Hay veces en política que es mejor dejar que el humo del concierto baje para ver el escenario. Con los procesos electorales suele pasar un poco eso, y es que es mejor esperar un par de días para que el ruido atronador de la propaganda deje de sonar. Mi balance es algo desordenado y no contiene cifras. Ya hay cientos de sitios donde poder mirarlas quien esté interesado.
El panorama resultante asusta.
Con un partido popular que copa todas las administraciones públicas. El resto de las instituciones ya las tenía: la judicatura ha sido dominada por tendencias conservadoras durante estos ocho años, hay una regresión importante en ella que además fue reforzada con nombramientos absolutamente soeces por parte de Zapatero, como el de Divar. La Prensa ha acabado destrozada por fusiones que no debieron haberse permitido y ahora presenta un preocupante panorama de exportación del pensamiento único. Y de la economía, y de los poderes fácticos que dominan las finanzas, ya mejor ni hablamos. En el debe del partido socialista irá el no haber sido capaz nunca de democratizar todas estas instituciones y ponerlas al servicio de la ciudadanía.
Y ahora enfrentamos una mayoría absoluta de políticas neoliberales, que van a seguir haciendo lo que les mandan desde Bruselas, Alemania o el FMI.
Sería muy injusto decir que la izquierda ha perdido las elecciones. Muy injusto para todos aquellos que nos hemos partido la cara en la calle contra los recortes, las reformas y demás políticas que este partido socialista, rendido a los mercados, ha ido poniendo en marcha constantemente. No. la izquierda parlamentaria, lejos de tener opción alguna de gobierno, al menos ha crecido un poco, pero es tan irrelevante casi como lo era antes de ayer desde el punto de vista legislativo. Y tan importante o más como lo era ayer trabajando en la calle.
Ha perdido las elecciones un partido que se rindió. Que no supo explicar a la ciudadanía absolutamente nada y que lejos de rectificar ha ido aumentando su grado de alejamiento con sus votantes, hasta haberse producido lo que el amigo Pazos titularía como una hondonadas de hostias. Y muy merecidas. Ellos sabrán que van a hacer, pero al menos en lo que respecta a mi, para incluirles en mi trinchera, deberán demostrar luchar para desmontar todas las leyes regresivas que han perjudicado a los trabajadores de este país. Ni cambios de nombres ni de poses, sino de políticas.
En cuanto a IU, varias cuestiones. Por un lado decir algo que pocos sabrán. Creo que al menos en el ámbito donde he colaborado activamente en la medida de mis posibilidades, que ha sido en la comunicación 2.0, el equipo de trabajo y el ambiente que hemos conseguido ha sido inmejorable. y esto se debe fundamentalmente, y quiero personalizarlo sólo en un nombre aún consciente de que hay muchos más, a un esfuerzo integrador de Amanda Meyer, que ha sabido constituir un grupo que deje fuera las trincheras preestablecidas para trabajar a favor de objetivos comunes. Los resultados están ahí, no sólo visibles en cuanto a resultados electorales, sino en el propio equipo. Y es justo reconocer el trabajo realizado en este sentido y que yo he vivido en primera persona.
En segundo lugar hay que hablar de unos buenos resultados electorales injustamente matizados. Y en esto también hay que recordar que hoy no habría mayoría absoluta del PP si el gobierno socialista hubiera escuchado la reforma de la Ley Electoral propuesta por Izquierda Unida y el Consejo de Estado. No creo que se arrepientan, porque los políticos turnistas sólo esperan su turno para volver al poder en sus cuarteles de inviernos. Y eso es lo que muchos esperarán.
En tercer lugar, manifestar mi preocupación por la Federación de Madrid. No nos podemos permitir ser la cuarta fuerza política en esta región. Tendremos que ver que es lo que falla y como conseguir corregir esa situación.
Personalmente me alegro de la entrada de Alberto Garzón. Un soplo de aire fresco que nos va a venir muy bien. También me entristece que no hayamos tenido la suficiente altura de miras para haber constituido un grupo más paritario. Es necesario trabajar esto de una manera más decidida y como una obligación ineludible.
Por último, creo que ha quedado demostrada la valía de IU como fuerza integradora de la izquierda. Hasta once partidos hemos ido juntos en estas elecciones. Cada uno con sus matices, pero con una amplia base de entendimiento. Aquellos que no han querido converger, hoy no están representados en el parlamento. No soy quien para recomendar a nadie que se lo haga mirar, sólo que como un día dijo Carlos Bardem en twitter, eran y son momentos para pensar en grande. Eran momentos para un #Thinking_big
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