Me mudé a una casa con otras cuatro chicas más. Cada una estudiaba una carrera diferente, éramos completamente diferentes en nuestras personalidades, hasta de lugares distintos del país. Aún así supimos llevar a cabo la convivencia con la mejor onda posible.
Con el tiempo, nos fuimos acercando cada vez más y más, hasta que el día de hoy tenemos una linda amistad entre todas. Nos colocamos de acuerdo para cenar, salir a pasear o tomar un helado juntas. Nos reímos, compartimos secretos, lágrimas y mucho más.
El martes, una de ellas, a la que yo era más cercana, se fue de vuelta para su casa. Extrañaba mucho a su familia que estaba muy lejos, por lo que decidió continuar su carrera algo más cerca de su hogar. La voy a extrañar muchísimo. Por supuesto que seguiré escribiéndome con ella y espero verla otra vez.Es impresionante como puedes llegar a estar tan cerca de alguien cuando comparte el día a día. Al convivir, nos conocemos los lados malos y los lados buenos. Aprendemos a tolerar y hasta a querer cada parte del otro. Nunca voy olvidar que solo nos llevo un año aprender a querernos tanto.