Hoy el mundo tiende alfombras rojas, coloca luces hasta en los rincones más insospechados y se engalana con trajes, vestidos y joyas, porque esta tarde-noche se celebran los premios BAFTA y Goya. Aunque ahora sólo nos ocuparemos de los primeros, no está de más desear suerte a todas esas producciones españolas que optan a la estatuilla más codiciada de nuestro país.
Antes de centrarnos en nominados y claros ganadores y empezar la casa por el tejado, contemos qué son los BAFTA. Abiertos a la participación de todos los países y comparados con los Oscar, exactamente hablamos de los Premios de Cine de la Academia Británica, que desde 1947 entrega la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión (BAFTA). Para nosotros hoy son noticia porque las películas de la saga Harry Potter recibirán un BAFTA honorífico que recogerán en la Royal Opera House la mísimisima J. K. Rowling, creadora de la heptalogía, y David Heyman, el que ha sido productor de la franquicia cinematográfica.
¿Razón de la entrega del galardón? Una producción impecable que ha hecho grande y conocida a la industria del cine británico: su técnica, su manera de hacer las cosas, su artesanía, su experiencia y, por supuesto, las estrellas que ha creado y la cantidad de puestos de trabajo que ha generado (más de dos mil en cada filme). Que se sepa, las películas de Harry Potter han cosechado hasta la fecha alrededor de 7 nominaciones a los Oscar y casi treinta a los BAFTA, pero todo había quedado en agua de borrajas, para decepción de todos los fans. Ahora por fin llega el premio, tan merecido como deseado. Además, aparte del BAFTA honorífico, la primera parte de Las reliquias de la muerte se encuentra entre los nominados a las siguientes categorías técnicas: mejores efectos visuales y mejor maquillaje y peluquería. Sólo nos queda desear suerte a una de las sagas más queridas y sobresalientes.
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