No sólo enseñes a tu hijo a leer, enséñale a cuestionar lo que lee. ¡Enséñale a cuestionarlo todo!
George Carlin.
Existe un lugar -en el norte obviamente- en donde la educación es gratuita e igualitaria, independientemente de la
situación geográfica del alumno, o de su posición socio-económica. El
profesorado tiene una sólida formación académica con especial atención a
la actualización de sus necesidades profesionales. El centro social
despliega una activa participación del medio social en el que se
encuentra. El almuerzo y el transporte están asegurados para todos los
alumnos hasta que terminen la educación obligatoria.
Un lugar en el que -en las primeras
etapas- no segregan a los alumnos con buenas notas de los que no se
manejan demasiado bien en la escuela y los
alumnos permanecen en el mismo colegio entre los 7 y los 16 años; no
hay institutos.
Un lugar en el que la profesión docente está enormemente valorada socialmente. Un
26% de los egresados del sistema escolar aspiran a ser profesores. Para
ingresar a las carreras de pedagogía se hace una rigurosa selección,
sólo es admitido cerca del 10% de los postulantes. Lo más relevante en
el examen de selección son las características personales y la vocación
del postulante a pedagogía. Lo básico de la formación de un profesor es
que tiene que aprender a realizar investigación, manejar teorías,
adquirir competencias metodológicas, y producir
conocimiento a través de los resultados de estas indagaciones,
transformándose en experto investigador. Al mismo tiempo tienen un 30%
de su aprendizaje como práctica, en estudios de casos y resolución de
problemas reales. Esto permite que los maestros no sean meros
repetidores de conocimientos, sino personas con gran capacidad
reflexiva. El constructivismo se practica en detalle. Se les exige un
grado de Maestría según los acuerdos de Bologna, para lo cual tienen que
hacer una tesis de investigación. Los profesores que quieren tienen
acceso directo al Doctorado.
Un país en el que se selecciona a los profesores entre el 10% de los graduados
universitarios más brillantes, y a partir de ahí los forman para que
logren ser excelentes docentes, ya que la única forma de mejorar los
resultados es mejorando la instrucción. Hay muchos más aspirantes que
plazas (1/10), por lo que el proceso para convertirse en profesor es muy
exigente y selectivo. Los salarios son razonablemente buenos, y el
prestigio social, muy grande, lo que atrae a más y mejores candidatos a
la profesión docente. Todo un círculo virtuoso.
El sistema educativo de este país -cuyo nombre no voy a decir- tiene mecanismos de
apoyo específicos para lograr que todos los niños sean capaces de
obtener el máximo beneficio de una instrucción excelente. Esto es
crítico. Debe ser así, pues una cuarta parte de sus
alumnos están sistemáticamente en los niveles superiores en las escalas
de rendimiento de los estudios PISA, y tan solo un 5-6% en los niveles
inferiores. Para poner estas cifras en contexto, baste decir que, en
España, los porcentajes para estos dos extremos son los contrarios:
Muchos alumnos con niveles muy bajos y pocos en los niveles altos
(4%).
En este lugar hay muy poca burocracia, el liderazgo es estable y son muy pocos
los cambios bruscos (la política deja en paz al sistema educativo). Los
profesores utilizan metodologías tradicionales que conocen bien, sin
hacer muchas concesiones a técnicas innovadoras, meramente por serlo.
Eso sí, los alumnos están acostumbrados a comportarse responsablemente
desde pequeños; atienden en clase y trabajan con seriedad. Con ello el
tiempo efectivo dedicado a la tarea es muy alto.
Todo el sistema se basa en la confianza; el ministerio de educación confía en sus profesores e instituciones, así que no hay inspectores; los profesores familia e instituciones confían en sus alumnos, así que no hay muchas evaluaciones ni tareas para la casa; todo mundo confía en el sistema educativo. A pesar de que a nivel mundial son los número uno en materia de educación, ciudadanía y calidad social, se siguen esforzando por avanzar en áreas que -desde su propio punto de vista- requieren mejorar.
Finalmente, quiero recordar que hay un lugar en el mundo en el que a los estudiantes se les enseña a pensar y en el que los profesores lo hacen por verdadera vocación y no como una manera de ganarse la vida; y han logrado algo único en el mundo: Que ese alto nivel educativo llegue a cada estudiante del país.