Un colegio italiano decide cancelar todos los actos navideños para no ofender a los alumnos de otras culturas

Hoy conocemos una noticia a la que se podría aplicar el refrán “De fuera vendrá quien de casa nos echará”, resulta que el director de un colegio italiano ha decidido cancelar todos los actos navideños para no ofender a los alumnos de otras culturas y favorecer su integración. Evidentemente esta decisión ha suscitado una gran polémica, provocando que los padres hayan denunciado el hecho, no tiene sentido cancelar el tradicional concierto de Navidad de la escuela, retirar los crucifijos, no colocar las figuras del nacimiento o cancelar cualquier acto o celebración relacionada con la Navidad.

Si alumnos occidentales acudieran a escuelas de algunos países árabes, seguro que no abandonarían sus creencias, costumbres y tradiciones, todo lo contrario, obligarían a estos alumnos a aceptarlo y cumplirlo. Una cosa es dejar que no participen en este tipo de actos por sus creencias o cultura, y otra obligar a los residentes del país a abandonarlas en favor de quienes han venido de fuera, es algo que no tiene ningún sentido.
Marco Parma, Director de la escuela Garofani situada en el municipio de Rozzano (Milán), ha presentado su dimisión ante la polémica generada y hoy deberá explicar su decisión ante la Consejería de Educación del Gobierno regional de Lombardía. Parece ser que el 20% de los alumnos de ese centro educativo de infantil, primaria y secundaria es de origen extranjero, con el propósito de favorecer la integración, al Director no se le ocurrió otra cosa que llevar a cabo las acciones antes indicadas, “prohibir la Navidad“.

Como decíamos, estos hechos fueron denunciados por los padres italianos, pero también por algunos padres musulmanes, algo que provocó que se pronunciara el Primer Ministro Matteo Renzi, que ayer advertía que no existe diálogo renunciando a la Navidad, Renzi explicó que debate y diálogo no significa tener que renunciar a la propia identidad en un sentido de lo considerado políticamente correcto, por ello, en el marco de una Italia laica y cristiana no se va a renunciar jamás a la Navidad.

En esta polémica también ha participado la Ministra de Educación del país destacando que las escuelas deben transmitir valores, es necesario valorar los símbolos de la identidad de un pueblo y no esconderlos, ya sean laicos o religiosos. Símbolos como el Belén no son de poder para defender o derribar, es un símbolo de la historia plural que se suma a otras historias dignas de conocimiento y respeto. No hay que obligar a que los que vienen de fuera abandonen su identidad cultural, pero mucho menos hay que adaptar o reprimir la identidad propia.

La alcaldesa del pueblo también ha participado y ha declarado que la Navidad es una fiesta fundamental e importante para todos los italianos, por lo que ha criticado la decisión que adoptó el director del colegio, que en vez de lograr alcanzar la unidad, el respeto y la integración, sólo ha conseguido crear divisiones y enfurecer a muchos padres. La alcaldesa ha comentado que aquellos directores y profesores de escuela que se atreven a “cancelar la Navidad”, una fiesta que se caracteriza por la alegría y la paz, deberían cambiar de profesión. Hoy otros partidos políticos van a protestar delante de la escuela por la absurda decisión y van a repartir belenes entre todos los niños.

En una entrevista realizada al líder islámico Rifat Aripen en la publicación digital La Stampa, podemos leer que para él es un claro error prohibir los villancicos o cualquier acto navideño, ya que es un mensaje negativo y moralmente perjudicial, asegura que es necesario proteger las raíces y estas celebraciones, no tienen por qué avergonzar o molestar a los padres de los niños de otros países. Declara que el Islam no se opone a las fiestas tradicionales de otras religiones y predica máximo respeto por el cristianismo y el judaísmo, no hay nada malo en las celebraciones que se realizan en torno a la Navidad.

Rifat Aripen comenta que no tiene ningún sentido, la Navidad es un símbolo de una civilización, además la civilización cristiana tiene raíces profundas que deben ser respetadas, que tome nota el director de la escuela. El respeto es muy importante y pasa por aceptar la cultura del país en el que te encuentras aunque no la compartas. Podéis conocer más detalles de la noticia a través de este artículo de la publicación digital 20 Minutos, y en este otro del periódico digital La Stampa.

Foto | Pedro Lozano

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