Del pasado 5 al 6 de octubre tuvo lugar el I Congreso de SIGNIS-ESPAÑA en la Universidad San Pablo CEU de Madrid. “La imagen del hombre en el cine contemporáneo” era el tema elegido por los organizadores, que sería abordado con un enfoque atractivo y muy sugerente en conferencias y mesas redondas. El día comenzó con una triple aproximación a las diversas antropologías que respiran los guiones de Pixar y de Disney, más centrada la primera en el heroísmo de lo ordinario a través de personajes modernizados (conclusión de Ana María Pérez, con una tesis sobre Pixar que pronto publicará Ediciones Encuentro) y con menos complejos para hablar de valores religiosos (según Jerónimo José Martín, profesor de cine de animación). Llegó después el momento de hablar, de manera un poco maniquea pero didáctica, de cine humanista y de cine ideológico, para ver cómo Ana Lanuza nos daba su versión acerca del feminismo políticamente correcto que el cine está llevando a la pantalla… abandonándose a la ideología de género imperante, cómo Jesús de la Llave se atrevía a pedir al cine que volviese a hacerse las grandes preguntas existenciales de siempre y que huyese del pensamiento débil, o cómo Juan José Muñoz defendía un cine humanista abierto a todas las realidades humanas, incluidas las espirituales y religiosas.
La tarde del viernes comenzó con una lección magistral del filósofo Jorge Martínez Lucena, que analizó el cine de zombis como ejemplo del espectador que se va deshumanizando hasta la alienación, pero en el que siempre permanece un resto de humanidad que acaba saliendo a flote, por ejemplo con el perdón: hay cadáveres humanos, decía, y también supervivientes que se convierten en antihéroes que resisten y se inmolan para salvar al hombre… como hiciera Walt Kowalski en “Gran Torino”. Un acercamiento al rock recogido por el cine de estos años fue el siguiente plato condimentado a partir de nostalgia, desencanto y autodestrucción, según los tres ponentes de la mesa redonda. Llegó después el turno a las comunicaciones, con temas tan interesantes como la maternidad, el aborto o la misma muerte en el cine de nuestros días, la confusión emocional que se respira en la escena… a partir de “Blade Runner”, o la realidad del trabajo como forja de los nuevos héroes que la sociedad precisa.
Para el final del Congreso se reservaron dos conferencias de singular importancia y trascendencia. Peio Sánchez -vicepresidente de SIGNIS-ESPAÑA- dio un paso más en la mirada humanista de estas jornadas para hablar de la “antropología teológica” y sugerir diez pistas con las que rastrear en el celuloide la huella de lo divino: la Naturaleza como Creación, la Providencia como acompañamiento del hombre y la presencia del milagro, lo invisible que se hace presente en lo visible, el amor gratuito y desinteresado como reflejo de un Dios Encarnado, Jesucristo visto a través de figuras que respetan el misterio e iluminan su carácter inefable, la trascendencia sobre y en la inmanencia, la justificación por la fe… aunque sea para rechazarla, la presencia de la oración… no siempre de manera canónica pero sí real, o la Muerte y el Más allá como verdades ineludibles.
El broche de oro quedó reservado para la aproximación a tres cineastas contemporáneos que han hecho gala de una mirada humanista. El periodista Ramón Monedero invitó a los asistentes a acercarse al cine de M. Night Shyamalan con la mirada ingenua con que los niños se interesan por el cuento fantástico… para encontrar nuestro lugar en el mundo. Javier Figuero presentó a Tim Burton como un inadaptado social con heridas y desgarrones interiores que volcaba en sus películas a través de personajes extravagantes, incomprendidos, inestables, de personalidad desdoblada, románticos… para terminar incidiendo en la ausencia de la figura paterna y familiar como factor decisivo a la hora de entender su vida y su cine. Juan Orellana, filósofo y crítico de cine -además de organizador del Congreso-, quiso mirar a Alejandro González-Iñárritu como el cineasta de la multi-trama y del multi-protagonista, de la defunción del happy end y del viejo modelo de identificación con el espectador, del hiper-montaje que juega con el espacio y el tiempo… todos ellos rasgos de una posmodernidad que apostaría por la “imagen-sensación” frente a la “imagen-intelección” y que buscaría el impacto emocional y la redención a través de los afectos y del perdón.
En resumidas cuentas, el Congreso nos brindó interesantes reflexiones sobre el hombre y sobre el cine, y también una nueva manera de entrar a la sala de cine para descubrir que después de Auschwitz sí se puede seguir haciendo poesía -aunque cueste, en ocasiones-, para respirar ese aliento que convierte al individuo en algo más que un animal evolucionado y que hace que el amor sea otra cosa distinta a una expresión hormonal (en expresión de Jorge Martínez Lucena).
En las imágenes: Fotogramas de “Brave (Indomable)”, película distribuida en España por The Walt Disney Company Spain © 2012. Todos los derechos reservados. De “Gran Torino” – © 2008. Distribuida en España por Warner Bros. Pictures International España. Todos los derechos reservados. De “El árbol de la vida”, película distribuida en España por Tripictures © 2011. Todos los derechos reservados. De Alejandro González-Iñárritu durante el rodaje de “Biutiful” – © 2010 Universal Pictures. Todos los derechos reservados.
Publicado el 9 octubre, 2012 | Categoría: Directores, Narrativa y estética, Opinión
Etiquetas: Alejandro González-Iñárritu, Blade Runner, Gran Torino, M. Night Shyamalan, Tim Burton