Hoy es el Día Internacional de los Derechos Humanos, hace sesenta y dos años que se firmó en la ONU, su declaración. Esos derechos que millones de habitantes del planeta ven conculcados diariamente, que muchos de los gobiernos de este mundo son incapaces de respetar y preservar.
Vivimos en pleno siglo XXI y en unos momentos en que el respeto por esos derechos no parece que aumente.
Nuestra sociedad tiene otras preocupaciones, la economía, los conflictos y las guerras figuran en lugares predominantes, mientras que los derechos humanos constituyen, en muchos lugares, un deseo más que una realidad.
En el Tercer Mundo la falta de medios y, en muchos casos, los gobiernos sátrapas y dictatoriales hace que estén pisoteados constantemente. En el llamado Primer Mundo, la crisis económica tapa y obstaculiza el mantenimiento de derechos que parecían a nuestro alcance. Hoy, los poderes públicos supeditan la consecución de objetivos financieros o económicos a su cumplimiento.
Donde se puede encontrar todavía la fuerza necesaria para resistir ante tales violaciones es en la sociedad civil. Ciudadanos voluntarios con conciencia solidaria y compromiso con los derechos son capaces de llevar a cabo iniciativas que suplen en parte las carencias que deberían garantizarse desde el poder.
Uno de los lugares donde constantemente se conculcan los Derechos Humanos es en los territorios palestinos, asediados por su vecino Israel con la constante connivencia de los países del Primen Mundo, empezando por USA.
Allí, prácticamente no se cumple ninguno de los derechos. Y, como suele ocurrir, lo sufren fundamentalmente los más débiles, los niños.
Sin embargo, a pesar de que la presión de Israel sigue --basta observar que acaban de decidir continuar edificando nuevos asentamientos para colonos--, todavía queda un pequeño margen para ver la luz.
Desde la iniciativa Rumbo a Gaza, se ha organizado una campaña de educación destinada a la sensibiliización y participación activa de los más jóvenes.
Se trata de reunir material en las escuelas e institutos que se destinará a los niños de Gaza. Porque el derecho a la educación es otro de los derechos fundamentales que no se cumplen en Gaza, por falta de medios y por la situación conflictiva permanente en que se vive.
Jóvenes de nuestro país pueden contribuir a facilitar medios para que el derecho a la Enseñanza en un sitio como Gaza, sea posible. De jóvenes a jóvenes, una actividad que hace tener esperanzas en esta humanidad, cada vez más deshumanizada.
Nuestra contribución es necesaria. Que no se quede sólo en palabras.
Salud y República
P.D. La noticia la ví aquí