Quincy Jones y Frank Sinatra, grabando It might as well be swing 1964
No ha sido valoradamente como merece la responsabilidad de Quincy Jones en el éxito de Frank Sinatra y de sus temas más reconocidos como The best is yet to come, por poner un ejemplo de sobras conocido. J. Randy Taraborrelli en su libro Sinatra, a su manera comenta "si queremos tener un disco de Sinatra, éste debe ser It might as well be swing ya que en él se ofrece las mejores interpretaciones del cantante" No creo que esta afirmación sea demasdiado correcta pues la discografía del cantante es muy amplia pero sí creo entender lo que Taraborrelli nos quiere decir. Se trata del sonido Sinatra, sobradamente comentado en este blog. De ese sonido son directamente responsables músicos como Nelson Riddle, Billy May y de manera especial Count Basie y Quincy Jones, con quienes Sinatra llegó al súmmum de su carrera como vocalista. It might as well be swing de 1964 al que se refiere Taraborrelli, es uno de los mejores ejemplos de ello. Este LP está grabado con la orquesta de Count Basie y los arreglos de Quincy Jones. Lo mismo ocurría con el posterior Sinatra-Basie y con el legendario Sinatra at The Sands que, publicado en 1966, recogía los mejores momentos de la exitosa gira que Frank Sinatra ofreció en Las Vegas junto a Basie y Jones y que recupera la verdadera esencia del cantante sin pasar por el filtro del estudio de grabación.Frank Sinatra rodeado por la orquesta de Count Basie, flanqueado por Quincy Jones y el mismo Count Basie
A mediados de los sesenta, la relación de Sinatra con Quincy Jones fue muy estrecha, sobretodo y precisamente, durante sus giras en Las Vegas. La anécdota que sigue procede de una entrevista que Nancy Sinatra hija hizo a Quincy Jones, entrevista que se titulaba Cuando Frank Sinatra hacía de cocinero. El conocimiento de este artículo se lo debo a mi amigo Francisco Machuca, admirador del LP It might as well be swing, del que prefiere, por cierto, el tema I can't stop loving you.Durante la entrevista de Nancy, Quincy Jones recuerda lo sucedido, mientras preparaba sus arreglos para el disco It might as well be swing: "Recuerdo cuando hice los arreglos del disco de tu padre y Basie. Trabajábamos en los estudios de Warner Bros. Frank estaba en un bungaló y al lado Dean Martin tenía su camerino. Tu padre me puso allí para que escribiera los arreglos y me pasé un fin de semana trabajando. Me quedé dormido hacia las siete de la mañana del lunes. Hacia los ocho llamaron a la puerta. y era tu papá vestido con un uniforme del ejército, diciéndome, ¿cómo te gustan los huevos?. Fue como despertarme en un sueño, con Sinatra preparándome el desayuno"
Esta es la anécdota. Frank Sinatra estaba vestido para el rodaje de la película El Coronel Von Ryan y por eso se presentó vestido de uniforme. Las tempranas horas en las que Sinatra se despertaba cuando estaba trabajando son famosas y no solo recordadas por Quincy Jones. También Julio Iglesias recordó una anécdota parecida pero esta vez parece que eran las siete de la mañana cuando Frank tocó a su puerta. En cualquier caso, la experiencia culinaria de Sinatra como cocinero bien se debe reducir a estos desayunos o a alguna esporádica receta de pasta heredada de su madre que le gustaba preparar para sus amigos. En su casa de Palm Springs Frank tenía una cocina estupendamente equipada pero, en la práctica del día a día y aunque fuera un auténtico gourmet, el cantante solucionaba su hora de comida con algún raquítico sandwich como muestra esta fotografía tan reveladora:
Volviendo a Quincy Jones, me gustaría destacar esa magia que tenía lugar cuando los dos músicos colaboraban juntos. Totalmente en desacuerdo con el autor J. Randy Taraborrelli, creo que el LP L.A. is my lady, grabado en 1984, es otra buena muestra de ello, además de una acertada acutalización del estilo que ya fuera su sello de identidad en los sesenta, así como una gran reunión de legendarios músicos de jazz que tuvo como resultado un gran trabajo. Y si no veamos, como colofón de esta entrada, un buen ejemplo de lo que puede ocurrir cuando se juntan la voz de Frank Sinatra y la música de Quincy Jones. ¡Estalla la tormenta!