¿¿un desierto inundado??

Desde siempre hemos relacionado el desierto con las sequías y la falta de agua, por eso se nos hace complicado pensar en un desierto inundado. Es algo muy extraño, pero en realidad existe.

Esta curiosidad de la naturaleza la encontramos en la orilla norte de Brasil, en el estado de Maranhão. Se trata del Parque Nacional de los ‘Lençóis Maranhenses’ de 155 mil hectáreas de paisaje deslumbrante con un área de 300 Km2 de dunas blancas y lagunas de tonos azules y verde que forman uno de los más hermosos lugares en el mundo. El viento incesante que azota en esa región forma dunas de hasta 50m de altura, dando el toque final a esa obra maestra de la naturaleza. No existe nada comparable en el mundo.

Este paisaje es un desierto en toda regla, aunque se encuentre en un país que tiene la mayor selva tropical del mundo. La diferencia que existe entre este desierto y el desierto del Sahara, por ejemplo, es que en este llueve 300 veces más y toda esta lluvia que cae forma los oasis tropicales entre las dunas, que llegan a ser el hogar de peces, tortugas y almejas. Una de las teorías para explicar la vida en las dunas es que “los huevos de los peces y cangrejos son mantenidos vivos en la arena, explotando cuando las lluvias vuelven”.

La temporada de lluvias es de enero a mayo. Por lo tanto, la estación seca comienza en junio y dura hasta diciembre, y es la mejor época para visitar el Parque Nacional de ‘Lençois Maranheses’, ya que las dunas estarán llenas de agua y el sol será estable y fuerte. Pero habrá que tener cuidado porque las temperaturas oscilan entre 37 º y 22º durante todo el año y el clima es caliente y semihúmedo.

Los ‘Lençóis Maranhenses’ son sin duda alguna un lugar único en el planeta y, visto desde arriba, el paisaje parece una gran sábana blanca a lo largo de los más de 50 km que ocupan las dunas desde la costa. De ahí procede el nombre ‘Lençois’, que en portugués significa ‘sábanas’.

Aquí podréis observar el paisaje a vista de pájaro (enlace google maps): http://bit.ly/1cWYwje