Un, Dos, Tres (1961) Billy Wilder

DIRECTOR: Billy Wilder
GUIÓN: Billy Wilder y I.A.L. Diamond (Teatro: Ferenc Molnár)
MÚSICA: André Previn
REPARTO: James Cagney, Pamela Tiffin, Horst Buchholz, Arlene Francis, Liselotte Pulver, Howard St. John, Hanns Lothar, Leon Askin, Ralf Walter, Karl Lieffen, Hubert von Meyernick

SINOPSIS

Época de la Guerra Fría. C.R. MacNamara, representante de una multinacional de refrescos en Berlín Occidental, acaricia desde hace tiempo la idea de introducir su marca en la URSS. Sin embargo, en contra de sus deseos, lo que su jefe le encarga es cuidar de su hija Scarlett, que llega a Berlín esa misma tarde. Se trata de una díscola y alocada joven que, con dieciocho años, ya ha estado prometida en cuatro ocasiones. Pero lo peor es que, eludiendo la vigilancia de MacNamara, la chica se enamora de Otto Piffl, un joven comunista que vive en la Alemania Oriental.

CRÍTICA

Sigo disfrutando del mejor cine clásico, hoy señores: Billy Wilder. El rey de la comedia, ni mas ni menos, y uno de los reyes del cine. Se le conoce sobretodo por sus comedias: El apartamento, Sabrina, Con faldas y a lo loco… pero en su filmografía relucen otra joyas como El Crepúsculo de los dioses, Perdición o Traidor en el infierno.

En el caso de este film, nos encontramos con otra de sus comedias desenfrenadas. Un, dos, tres trata de cómo un directivo de la Coca Cola (James Cagney) debe cuidar de la hija de su jefe en la Alemania dividida de la post-guerra. El film no deja títere con cabeza: capitalistas, comunistas, alemanes, rusos, americanos… nadie se libra de la crítica de Wilder, toda a través de un humor lleno de sarcasmo que harán las delicias de todos aquellos a quienes les interese la guerra fría.

El ritmo de esta película es frenético, todo conducido por la incontrolable pero divertida verborrea del gran James Cagney, quien tras años encasillado en su papel de gangster (Los Violentos Años 20, El enemigo Público) fue descubierto por Wilder como un gran actor de comedia.

Hay que decir que el film fue blanco de muchas críticas ya que fue estrenado justo después de la construcción del muro de Berlín.

Y es que ¿a quién no le gusta reír? y más si lo hacen con mensaje, estilo y carisma. Y de eso Wilder sabe mucho. Si a alguien le interesa este film que también visione Ninotchka (1939) de Ernst Lubitsch y guionizada por el mismo Wilder, que comparte el mismo tipo de sátira política.

Algo más que el tráiler: