Un enorme cráter en medio del desierto ha estado ardiendo durante décadas

La Puerta al infierno

Hay un misterioso cráter en medio del desierto que simplemente se pone, no puede dejar de arder.

Este enorme cráter ubicado en Turkmenistán no ha dejado de arder desde 1971, año en que fue creado por accidente.

En medio del desierto de Karakum, en Turkmenistán, emerge de la tierra un singular agujero de llama: el pozo de Darvaza, popularmente conocido como "Puerta del Infierno".

Es un enorme cráter que arde día y noche sin cesar durante casi 50 años.

La extraña depresión circular, cerca del pequeño pueblo de Darvaza, se encuentra en un enorme desierto que ocupa prácticamente el 70% del territorio del país y es muy rico en petróleo y gas natural.

El origen del cráter se remonta a un accidente ocurrido en 1971, cuando un grupo de geólogos soviéticos, creyendo que habían encontrado un yacimiento de gas natural, estaba realizando una investigación en la zona.

Sin embargo, en medio de su investigación, la tierra se abrió y se tragó su maquinaria y las tiendas, ante la mirada asombrada de los investigadores.

Resulta que habían descubierto una cueva subterránea llena de gas natural.

Conscientes de esto, y temiendo que los gases peligrosos se escaparan, los geólogos decidieron prenderle fuego pensando que eventualmente dejaría de arder en pocos días. Poco sabían lo equivocados que estaban.

The Door to Hell, un campo de gas natural en llamas en Derweze, Turkmenistán. Esta imagen se hace de tres tiros de 17mm cosidos juntos y el campo de visión (~170°) es más grande de lo que puede parecer (el campo tiene aproximadamente el tamaño de dos canchas de baloncesto). Crédito de imagen: Wikimedia Commons

Desde que fue incendiada, la Puerta al Infierno arde sin parar y ofrece un espectáculo tan impresionante que atrae a turistas y aventureros a la remota zona. Desde 2009,50.000 turistas han visitado el sitio. El cráter de gas tiene una superficie total de 5.350 m2. El área circundante también es popular para acampar en el desierto salvaje.

Y aunque ha habido varios intentos de apagar las llamas del cráter, 69 metros de diámetro y 30 metros de profundidad, las llamas continúan ardiendo justo cuando comenzaron a arder hace 47 años.

Dentro de la Puerta al Infierno, las temperaturas alcanzan los 1000 grados centígrados.

Curiosamente, el explorador canadiense George Kourounis, un hombre con cojones reales, se convirtió en la primera persona que descendió al cráter en 2013.

El pozo es una atracción turística. Crédito de la imagen: Shutterstock.

Para lograr esta hazaña extraordinaria utilizó un sistema especial de poleas, un traje resistente al calor y un equipo de respiración.

Dentro del pozo, pudo tomar muestras que le permitieron descubrir una bacteria rica en metano presente en el ambiente ardiente.