Un estudio publicado en la American Journal of Medicine, realizado con el apoyo de la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China, concluye que las personas que consumen pescado fresco con regularidad tienen un bajo riesgo de desarrollar cáncer de color y cáncer de recto.
En este estudio se han combinado 41 investigaciones realizadas entre 1990 y 2011 que analizaban el consumo de pescado en relación con los diagnósticos de cáncer en Estados Unidos, Noruega, Japón y Finlandia.
Así, aun considerando el consumo de carnes rojas y alcohol, antecedentes oncológicos, edad y otros aspectos, el efecto protector del pescado es notable sobre todo si se combina con fibra.
De las personas que participaron en el estudio, las que consumían más pescado tenían más de un 20 por ciento menos de riesgo de desarrollar cáncer rectal y un 12 por ciento menos de cáncer de colon frente a las personas que no consumían tanto pescado.
Estos beneficios derivarían de los ácidos grasos omega 3 presentes en el salmón o las sardinas, demostrando una vez más la determinación del consumo de pescado así como de una dieta equilibrada y unos hábitos saludables sobre la salud.
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