Revista Opinión

Un excelentísimo fin de semana en Barcelona

Publicado el 26 octubre 2015 por Liberal

La primera vez que estuve en Barcelona fue el pasado mes de diciembre (2014) y esta entrada la escribí sobre mis experiencias en aquél momento y fueron positivas. Este fin de semana no solo fue positivo, sino que superó más aquella primera experiencia. Fue una experiencia inolvidable además porque mis acompañantes, mis compañeros de viaje, son extranjeros y pueden ofrecer (dentro de su perspectiva progresista de la vida) su propia perspectiva sobre “las Españas”. Gracias a ellos, pude ver museos y cosas que normalmente no visitaría estando solo…pero esta vez sí que me metieron a los museos y pude ver el Museu de Catalunya, el Ajuntament, el museo de Miró y Gaudí, por supuesto. También fuimos andando al Museo de Picasso y la experiencia en Montjuïc también fue excelente.

I. La gente y la cultura

Una de las cosas que me volvieron a impactar de forma positiva en Barcelona fue el tremendo énfasis que tienen los hermanos catalanes (hermanos de los valencianos) en todo lo cultural y el orgullo notable que muestran sobre su ciudad. Donde quiera que fuimos en los museos, había referencias a la historia y cultura catalana. En todos los museos que fuimos, preguntaban que de dónde era la gente y qué idioma necesitábamos. Yo, por supuesto, elegí el catalán para la guía y ellos, mis compañeros, el inglés. Muy al estílo barceloní, cada uno “a su bola” en el museo. Al salir del Palau de Guell, el guardia de seguridad me preguntó si yo hablo catalán y le dije que sí, pero que más bien lo entiendo porque no he tenido la oportunidad de practicarlo mucho. Me habló todo en catalan (como debe ser en una tierra catalana) para darme además un cuestionario de satisfacción. Le di buena puntuación a todo, excepto en el precio de entrada. Escribí en el folio que debería haber descuentos para residentes en Catalunya, Valencia y Baleares…porque es parte de nuestra historia compartida.

Me gustó además que el ámbito cultural en Barcelona es bastante modernista (es decir, no tan “añejo y clásico” como el del Prado en Madrid). Mis compañeros expresaron que les gusta más la versión “distorsionada” de las Meninas (Picasso), antes que la original. Una buena comparación está aquí. La verdad es que no es muy habitual (al menos para mí) poder tener la oportunidad de hablar de todos estos temas con españoles, ¡ni hablar con extranjeros! así que mi experiencia fue muy positiva porque fue mi oportunidad para hablarles además sobre Madrid, Valencia y Barcelona y las diferencias muy notables (ellos también lo detectaron) que existe entre la costa y la meseta.

Madrid tiene cultura, sí, pero no tiene la variedad de Barcelona ni ese rasgo “juvenil” moderno y relajado, progresista y reivindicativo que se ve en toda Barcelona. Es imposible ver, por ejemplo, una exposición de bragas antiguas en Madrid…ni mucho menos ver la variedad de gente “excéntrica” (lo digo como algo positivo) que hay en Barcelona. Es perfectamente comprensible por qué los extranjeros cultos en su mayoría prefieren Barcelona sobre Madrid…porque me recuerda en muchos aspectos a un Londres con mucho mejor clima.

Noté además, en los museos catalanes, un loable esfuerzo para incluir a Valencia y Baleares dentro de la cultura catalana. Cada vez que los guías hablaban de Valencia y sus símbolos, como el murciélago, mis compañeros me sonreían recordando mis “lecciones” en el barrio del Eixample, Barcelona…donde estuvimos hospedados, muy cerca del famoso y precioso Passeig de Gracia.

El carácter

Siempre hay un pesadito que dice “no se puede generalizar” en una gran urbe…pero lo siento mucho sí se puede porque hay cosas palpables, notables para el viajero que conoce mucho. En Barcelona NADIE TE MIRA por la calle y una cosa que aprecio (pasa lo mismo en Valencia) es un carácter relajado pero bastante directo si hace falta. En Valencia tampoco se suele mirar a nadie por la calle ni piropearle a chicas. Esto no es un invento mio. Tengo muchísimos ejemplos de MUJERES extranjeras que conozco y me comentan los problemas que tienen andando por la calle en Madrid, con chicos asquerosos y babosos diciendo “GUAPA GUAPA” y que en Valencia, una ciudad MUCHO MÁS PEQUEÑA es bastante más cosmopolita en eso y tolerante que Madrid. Son mujeres que además estarían dispuestas a dar la cara por este argumento. Yo obviamente les doy la razón. Madrid tiene muchisimos aspectos rancios, toreros y totalmente fuera de lugar para una capital europea en el siglo XXI.

Ejemplo: Voy a un sitio para tomarme un café yo solo mientras mis compañeros extranjeros se organizaban unos temas. El hostelero me dice “hay un descuento si pides un pastel de estos o magdalenas” y le digo “ah no, es que soy alérgico al huevo”. Me contesta: “pues vaya putada debe ser tu vida”. Le dije que cuando se trata de esas cosas, es cierto…pero bueno lo importante es ser feliz y tener dinero en el bolsillo para vivir cómodamente. En Madrid, al contrario, te dirían algo así: “¿eres alérgico al huevo? Vaya lo siento mucho caballero”. Y es que Madrid es bastante más formal que la costa y poco sincera. Porque realmente NO LO SIENTES MUCHO ya que ni soy tu hijo, ni me conoces de nada. Lo más lógico es ser franco porque es exáctamente así: ES UNA PUTADA no poder tomar nada con huevo.

Otro ejemplo: Un rumano, gitano, está vendiendo perfumes. Yo estoy sentado fuera en una terraza (en Barcelona les gusta sentarse como en Valencia) y el gitano ni se me acerca (igual me vio cara, acertando, de pesetero)…pero se acercó a otro hombre y le pregunta si quiere el perfume. El tipo le dice “no hombre, que eso igual es una falsificación”. El gitano, visiblemente ofendido le dice DE IMITACIÓN NADA!! y el hombre le contesta “bueno, venga va, que me estás molestando y estoy tomándome el café”. Ejemplos como ese se ven bastante en Barcelona…y eso me lleva a esto:

Mis compañeros me dijeron que la gente en Barcelona les pareció bastante más antipática que en Madrid…pero para mí eso es una virtud, no un defecto (y para ellos también, solo que según su versión, le quita la imagen de una España hospitalaria y amigable) pero ya sabemos que muchos catalanes a eso contestarían que “Catalunya is not Spain”.

Otra cosa que les llamó la atención fue como al salir yo con ellos, no dejé ni un céntimo de propina en ninguna parte y que además pedía tickets para todo y no invité a nada. Me dijeron “esta es la única ciudad en España que hemos visto donde la gente paga por separado sus rondas”. Les comenté que en Valencia en eso es bastante parecida a Barcelona…y en Madrid se comenta bastante porque se ha convertido en un tópico. Me dijeron que les gustaba el hecho de poder parecer “agarrados” y no estar mal visto por eso. Y, encima para más inri, en un restaurante al que fuimos habia una familia totalmente catalana y estaban hablando de precios y de qué cosas podian bajar. Esas conversaciones no se darían normalmente entre madrileños o castellanos en general. Ellos no pudieron evitar reírse y me dijeron “vaya Alfredo, nos has traído a un local totalmente catalan de verdad”. Comimos butifarra catalana y les gustó mucho.

Por la calle, cuando algún turista pide alguna dirección, es normal ver a mucha gente ni tan siquiera parar y optar por decir con la cabeza o gestos en los labios “ni idea”. Eso también me gusta. En Madrid, es verdad que salen 10 personas a decirte dónde está algo pero muchas veces es por decirte cualquier cosa, aún cuando ellos no tienen ni idea de dónde está. A mi me llegaron a preguntar direcciones en dos ocasiones y simplemente, al no saber dónde estaba lo que buscaban, encogí los hombros diciendo “ni idea” con la cabeza y seguí andando. Es un estílo que prefiero antes que perder tiempo. Las veces que mis amigos en Madrid me han visto hacer eso, siempre me dicen “joer qué borde no”? Y yo les digo borde es dar una dirección equivocada o que te paren por la calle sin conocerte de nada.

Notaron como nadie mira a “los guiris” en Barcelona y es una ciudad muy comercial. Tanto así que en muchos establecimientos, cuando pides el café, te dan una tarjeta del local con la página web para que te apuntes a descuentos, etc…una práctica muy “londinense”, por cierto. Todo el mundo en Barcelona habla inglés (aunque en una de sus experiencias mis compañeros dijeron que es bastante difícil entender el inglés de algunos españoles en los museos) y eso es cierto…al acento español en inglés es horrible y ellos no entienden a los españoles hablando inglés.

El Metro

Me encanta como el Metro de Barcelona pone anuncios de concienciación social sobre diversos temas como el calentamiento global, o anuncios de servicios sociales y de niños con hambre. Tienen una tremenda sociedad cívica, comparable a la inglesa o norteamericana. Quisiera el resto de España tener la mitad de conciencia cívica de los catalanes. Siendo así, no es de mucho extrañar por qué muchos catalanes se oponen al gobierno central. Obviamente hay problemas en Catalunya y no pretendo de ninguna maner decir que es un paraíso porque eso sería propio de un imbécil ignorante. Pero hay una cosa que sí está bastante clara: por mucho que el resto de España lo intente o quiera y no pueda, no se puede comparar la urbe catalana en cosmopolitismo y “saber estar” con Madrid. Con “saber estar” obviamente me refiero a los parámetros que yo considero civilizados y progresistas.

Aparte de esa experiencia, también tuve la ocasión de conocer a un joven del Ecuador que escuchaba las cosas que decía yo en el camino hacia “La Barceloneta” y me dijo que él, a pesar de ser de origen europeo, estaba a favor de conservar las lenguas indígenas en Ecuador. Me comentó también como Correa ha intentado mejorar las cosas en su patria contra los empresarios sin escrúpulos al servicio del gobierno de EEUU. Es realmente alentador poder conocer gente joven con ideas igualitarias y libero-progresistas. Le dije que siga así, alentando en su patria por un mejor porvenir y fuera de las garras de la banca useña-alemana y británica…o de cualquier otro país. Me comentó como la banca española ha intentado firmar acuerdos con Ecuador para localizar a los ecuatorianos que huyeron de España debiendo su hipoteca. Le dije que el gobierno español no merece ni respeto ni obediencia y le pedí disculpas que tantos españoles son tan estúpidos que votan al PP. Una persona que vote al PP a estas alturas o es un estúpido o es una persona que tiene muchos intereses de que todo siga igual de injusto. Son unos indeseables. A mí este país me da mucha vergüenza cuando vota a nivel nacional…especialmente teniendo en cuenta las encuestas que hoy otorgarían al PP y a Ciudadanos una victoria.

La gente en Barcelona, de cualquier nacionalidad, es mucho más “política” y eso me gusta y lo valoro. En Valencia necesitamos aprender ser cada vez más reinvidicativos y NO DAR TREGUA ALGUNA AL GOVERN CENTRAL. No soy independentista, como ya saben todos, y ese aspecto bloquea cualquier intención de alianza o hermandad con el catalanismo actual porque éste es totalmente independentista, pero sí me gustaría mucha más unión entre los territorios de la misma lengua en España, esto es – Andorra, Valéncia, Castelló, Alacant, Baleares, Catalunya y Sardenya, así como la franja de Aragó.

Ocio nocturno

Bueno esto es muy subjetivo, pero tuve la suerte de que mis acompañantes son también aficionados a la música electrónica y techno. Para ese ambiente, las mejores ciudades en España son sin duda Barcelona y Valencia.

Idiomas

Sí que se habla catalán, sí…y menos mal que al menos ellos sí defienden su lengua. Ah, lo siento fachas cutres, pero nadie me “imponía” el idioma…NADIE. Todos hablabana catalán y castellano o inglés sin problemas. Esto de las lenguas NO ES UN DEBATE en Barcelona como piensan en el resto de España. Hasta los moros y chinos hablan catalán sin problemas y se sienten catalanes. Me gustó personalmente que hasta en el supermercado puedes practicar el catalán si quieres con las dependientas. Eso no pasa en Valencia aún y me gustaría que se vaya normalizando esa política en la Comunitat valenciana.

Conclusiones

En general, un viaje muy “cultureta” progre, liberal, buenas experiencias y siempre se aprenden cosas nuevas.

Lo único que no me gusta de Barcelona, y siempre lo digo, son las hordas de turistas en todas partes. La ciudad ha perdido gran parte de su “alma” vendiéndose de esa manera al turismo guiri. Espero que Valéncia JAMÁS haga lo que se ha hecho en Barceloneta…y prefiero mil veces más el Cabanyal tal y como está, un barrio de GENTE POBRE, antes que un barrio para alemanes e ingleses borrachos.

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