Revista Economía
El descrédito de Mariano Rajoy y su Gobierno ya es mundial. Tras las fanfarronadas del pasado fin de semana y las portadas de la prensa europea y americana asombrándose de la arrogancia y la capacidad de mentir que rebosa esa gentuza, ayer Angela Merkel en persona le clavó el rejón de muerte al afirmar que la situación que vive España es el producto de una década de burbuja inmobiliaria, lo que remite al origen de todo este desastre: el Gobierno Aznar y su política alentadora de la especulación inmobiliaria salvaje, concretada en la Ley del Suelo. Recuérdese de paso que Rajoy era vicepresidente de aquél Gobierno, y se tendrá el cuadro completo de lo que piensan en Europa acerca de lo que sucede y de las responsabilidades que en ello tiene ese fantasmón que supuestamente nos gobierna.
En RNE aludían esta mañana a la posibilidad de un segundo rescate para España, que ya se estaría fraguando en Burselas visto el fracaso del primero, en parte torpedeado por la estupidez supina de quien en vez de manejarse con la discreción que exige el caso se ha dedicado por el contrario a alardear en público de su inmadurez personal y política, presentándose como el tipo que les ha sacado gratis un montón de dinero a las instituciones europeas: "A mí no me ha presionado nadie; no sé si debería decirlo, pero he sido yo quien ha presionado para conseguir esta ayuda", llegó a declarar a las cámaras de televisión el domingo pasado el botarate de Rajoy, justo antes de volar a Polonia con su hijo para ver un partido de fútbol. La respuesta de los mercados no ha tardado en llegar: la prima de riesgo española en 540 puntos (¿recuerdan cuando en tiempos de Zapatero llegó a 300 puntos, y según el Partido Popular aquello era la ruina de España?).
Más tiempo tenga esta banda el gobierno del Estado en sus manos, mayores serán los daños a reparar después, más largo el período necesario para hacerlo y más duros los sacrificios colectivos que deberemos afrontar. Hay que echarlos más pronto que tarde mientras todavía haya remedio, que no sé yo si lo hay aún. En todo caso, el fantasma español se ha arrancado la sábana en público, y el mundo entero asiste asombrado a su impúdica desnudez: estos son los padres y madres del "milagro español" de la década pasada.
En la imagen que ilustra el post, Rajoy levanta el brazo de Aznar tras la intervención de este en un mitin del PP celebrado en León durante la campaña de las pasadas elecciones generales de 2011.