Revista Salud y Bienestar
Un fármaco para la diabetes aumenta el consumo de alimentos y mejora el funcionamiento hepático
Por Fat
La rosiglitazona, un fármaco para la diabetes tipo 2, aumenta el consumo de alimentos y mejora el metabolismo del hígado a través de su acción en el cerebro, según dos estudios de las universidades de Cincinnati y California en Estados Unidos que se publican en la edición digital de la revista Nature Medicine. Estos resultados sugieren que mientras que algunos de los efectos negativos de la rosiglitazona se deben a su acción en el cerebro, de la misma forma sucede con sus efectos positivos. El equipo de Randy Seeley desde la Universidad de Cincinnati en Ohio muestran que en modelos experimentales el fármaco rosiglitazona activa un factor de transcripción, PPAR-gamma, en el cerebro para aumentar el consumo de alimentos y la masa de grasa.
En un segundo estudio, los investigadores de la Universidad de California en La Jolla dirigidos por Jerrold Olefsky, descubrieron que al desactivar por vías genéticas PPAR-gamma da lugar a un menor consumo de alimentos y de masa de grasa, en comparación con individuos normales cuando ambos grupos de son alimentados con una dieta alta en grasas. Sin embargo, de forma sorprendente, incluso aunque los sujetos modificados genéticamente ganan menos peso con la dieta alta en grasa, su sensibilidad a la insulina en el hígado es peor que la del grupo control. Además, los autores también descubrieron que el aumento en la grasa corporal que a menudo se observa en personas que toman rosiglitazona se mitiga en los el modelo modificado genéticamente pero de igual forma, los efectos de sensibilización a la insulina del fármaco.
**Publicado en "EL MEDICO INTERACTIVO"
En un segundo estudio, los investigadores de la Universidad de California en La Jolla dirigidos por Jerrold Olefsky, descubrieron que al desactivar por vías genéticas PPAR-gamma da lugar a un menor consumo de alimentos y de masa de grasa, en comparación con individuos normales cuando ambos grupos de son alimentados con una dieta alta en grasas. Sin embargo, de forma sorprendente, incluso aunque los sujetos modificados genéticamente ganan menos peso con la dieta alta en grasa, su sensibilidad a la insulina en el hígado es peor que la del grupo control. Además, los autores también descubrieron que el aumento en la grasa corporal que a menudo se observa en personas que toman rosiglitazona se mitiga en los el modelo modificado genéticamente pero de igual forma, los efectos de sensibilización a la insulina del fármaco.
**Publicado en "EL MEDICO INTERACTIVO"
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