Revista Opinión

Un fisco para el fisco

Publicado el 14 noviembre 2011 por Carlosrodriguez @CarlosRguezPrez

Tras la dimisión de Berlusconi, el presidente de la república italiana, Giorgio Napolitano, le ha encargado la misión de formar gobierno a Mario Monti, ´Súper Mario´ para los amigos, ex­­-comisario europeo de mercado interior y posteriormente de competencia. Y es su ´competencia´ la que esperan los italianos para salir de la crisis de deuda soberana. De su prestigio internacional, de su aplomo y compostura ante los acreedores internacionales dependerá en buena medida la actitud de los mercados internacionales. Los deberes de los profes Merkel y Sarkozy ya están sobre su mesa; y sobre la de los profes, los informes para poner solución a la crisis del euro con una Europa a dos velocidades: una hacia una mayor integración en la zona euro y otra velocidad más confederal en la Unión Europea.Tanto en España como en Europa no se para de hablar sobre las reformas para generar crecimiento económico y llevar a cabo el ajuste fiscal. Pero en España de la que no hablan ninguno de los partidos llamados a gobernar es de la política fiscal, un plan fiscal a nivel nacional y unitario. Cuando desde nuestras fronteras reclamamos una política fiscal unitaria a nivel europeo, ejemplificada en la misión de eurobonos por el Banco Central Europeo (BCE) que apacigüen los mercados de deuda soberana, en España existen diferencias en el modelo y en las transferencias a las Comunidades Autónomas.La política fiscal es uno de los mecanismos principales para lograr una distribución de la renta y lograr el equilibrio de las finanzas públicas para que se puedan mantener los servicios básicos del estado del bienestar. Porque parte de la deuda que tenemos se solucionaría con la lucha contra el fraude fiscal La economía sumergida supone en España alrededor del 20% del PIB y 70.000 millones de euros anuales que deja de ingresar el Estado. Un sistema fiscal progresivo en el que se pague más cuanto más se tiene y en el que se eliminen, por ejemplo, los privilegios a las SICAV (Sociedad de Inversión de Capital Variable). También sería recomendable una política fiscal unitaria para todas las Comunidades Autónomas, eliminando el concierto económico vasco y el foral navarro. Así se sentarían todas las comunidades autónomas y el gobierno central en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Todas con las mismas normas a cumplir en sus presupuestos y en el techo de gasto, y con las mismas transferencias en materia de recaudación. Todo para una política fiscal que fije un fondo de compensación y solidaridad interregional, pero que a la vez, premie el crecimiento económico sostenible de las regiones y su buena gestión económica.

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