Si, es un hecho insólito ¿cómo es posible que en 36 años, nadie con sentido común se le ha ocurrido hacer una Ley Orgánica de la Sucesión de la Corona?
Me atrevo a decir que sé lo que ha pasado, por supuesto esto no es un acto de soberbia por mi parte, es como casi siempre un acto de sentido común.
Durante todos estos años de la Transición no Transitada (TNT), todos los partidos políticos y sus cúpulas han estado muy seguros en desarrollar un tejido en TNT muy complejo para ir urdiendo ese tejido complejo y desembocar en un bipartidismo que en definitiva no ha beneficiado para nada a la supuesta democracia que declara la Carta Magna del 78.
Ahora, con la abdicación del rey Juan Carlos I nos deja una situación jurídica un tanto extraña. Tenemos un exrey en funciones y un futuro rey que aún no lo es.
Debemos resaltar que una Ley Orgánica, normalmente, su trámite dura un mínimo de seis meses. Si, mínimo medio año que en política es un tiempo perdido para seguir gobernando y poder solucionar los problemas que tiene nuestro país.
En la última rueda de prensa del Consejo de Ministros Soraya Sáenz de Santamaría (SSS), a la sazón vicepresidenta del Gobierno de España, dijo:"Algunas cuestiones están resueltas por los decretos actuales, otras exigen una modificación reglamentaria que ya tenemos preparada, otras sí requieren una modificación legal" Todo un tratado político.
Fijándonos en las recientes abdicaciones de Holanda y Bélgica, los monarcas que han dejado de ser lo se han quedado sin ningún tipo de protección, son ciudadanos como los demás. ¿Por qué se empeñan el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español, que el todavía rey de España siga siendo aforado en cuento deje de ser lo?
Queda medianamente claro que estamos en un momento mas critico de lo que parece. La imparcialidad que debería haber campeado en la decisión de la abdicación, ha brillado por su ausencia.
Tenemos ahora un proceso secesionista de Cataluña, aparentemente ilegal propiciado por Mas, pero en donde concurren al mismo tiempo el futuro de la actual Constitución, de la Corona o Monarquía de España.
Estamos ante un hecho insólito.