Un nuevo estudio enfocado en el desarrollo de las capacidades de los niños para aprender idiomas indica que los bebés que viven en hogares bilingües tienen la capacidad de contar con un cerebro más flexible, es decir, receptivos a distintos idiomas durante mayor cantidad de tiempo en comparación a los pequeños que nacieron en hogares con un solo idioma.
El estudio se realizó tras la observación de varios bebés, muchos de ellos nacidos en hogares donde se hablaba en inglés y el español, y varios otros donde solamente se hablaba inglés o español, descubriendo que los cerebros de los bebés que vivían en hogares bilingües continuaban siendo flexibles a los idiomas hasta alcanzar los diez o doce meses de edad, en comparación a los otros niños en los que éste período expiraba entre los seis y los nueve meses de vida.
La flexibilidad cerebral se relacionaría a la exposición de esos niños a una mayor variedad de sonidos y sílabas dentro del ámbito del propio hogar desde el mismo momento del nacimiento. Se pudieron detallar diferencias también en torno al idioma que más escuchaban en casa, que luego terminaría influyendo consistentemente en el vocabulario del niño al crecer. Un ejemplo de esto es que los niños que escuchaban más palabras en español durante su infancia sabían más palabras en ese idioma al llegar a los 15 meses de vida.
La coautora Patricia Kuhl, directora del Instituto de Aprendizaje y Ciencias Cerebrales de la Universidad, comentó:
“El cerebro bilingüe es fascinante porque refleja la capacidad humana de pensamiento flexible. Los bebés bilingües aprenden que los objetos y eventos del mundo tienen dos nombres, y la flexibilidad para cambiar entre esas etiquetas, dando al cerebro mucho ejercicio”.
Conocer más sobre la forma en la que los niños pueden aprender de forma completamente natural dos idiomas al mismo tiempo permite conocer mejor la forma en la cual ayudar a los adultos a ser también bilingües.
Vía | Info7
Foto | Hola
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