Resultará quizá un icono para el desarrollo futuro de Singapur. El complejo del que os hemos hablado en la entrada anterior, nos referimos al hotel de lujo situado por encima del complejo lúdico y casino y que ya ha sido bautizado como “maravilla del mundo”. La construcción consiste en tres torres altas, sobre las cuales se alza la forma de un barco de tres cubiertas. El hotel se llama Marina Bay Sands.
El hotel tiene tres torres de 55 pisos coronados con una góndola de tres cubiertas, que asemeja a un barco, llamada “El parque Celeste”. En la cubierta superior, a una altura de 200 metros, se encuentra una enorme piscina abierta de 150 metros de longitud rodeada por un espacio para descansar en torno a palmeras auténticas de 10 metros. Al lado del hotel se han construído edificios de oficinas con tejados ondulados que dan la sensación de que el gigantesco barco se encuentra encima de las olas.
El espacio de este barco es de 12,4 mil metros cuadrados. Además de la piscina, allí se encuentran restaurantes, bares e incluso un museo de arte contemporáneo y de ciencias. Uno de los restaurantes presentes pertenece al afamado chef español Santi Santamaría donde podemos degustar lo mejor de la increible comida mediterránea.
En la bodega del barco los visitantes tienen la oportunidad de entrar en un casino que dispone de 500 mesas de juego y 1.600 máquinas.
Sólo una entrada al barco cuesta 100 dólares, aunque se puede comprar un abono anual que cuesta 12 mil dólares. Los precios fueron establecidos según la exigencia de las autoridades de Singapur para proteger a los ludópatas de perder su dinero. Naturalmente, el hotel tiene como público objetivo a los extranjeros más ricos y exitosos, puesto que la suma mínima para pasar una noche es 380 dólares. El hotel tiene capacidad para alojar a 3.900 personas.
Además del casino, el hotel dispone de una lujosa sala de teatro, un enorme centro comercial y un canal lleno de agua con puentes peatonales que lo atraviesa. La imagen general de este parque recuerda a la ciudad italiana de Venecia, ya que se pueden ver góndolas circulando por el canal artificial del fastuoso hotel.
Los inversores de este complejo, entre los cuales aparecen empresarios estadounidenses de la ciudad de Las Vegas, se estima que pagaron un total de 8 mil millones de dólares.