Revista Opinión

Un “italianito” que muere en Girón

Publicado el 20 abril 2015 por Liober @GLiober
Un “italianito” que muere en Girón

Después de los bombardeos del día 15, un grupo de policías salió rumbo al Vedado para participar, en los funerales de los caídos. La mayoría asistió al sepelio de las víctimas en 23 y 12 el día 16, pero algunos tuvieron que retirarse a mediados del acto porque debían reincorporarse a su Batallón.

El discurso de Fidel lo escucharon por la radio, camino a la unidad:
"Lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba... y que hayamos hecho una revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos... y que esa revolución socialista la defendemos con esos fusiles, y que esa revolución socialista la defendemos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores. Y esa revolución no la defendemos con mercenarios, la defendemos con los hombres y las mujeres del pueblo".

El Batallón sale desde el Esperón hacia la Motorizada, actual Unidad Provincial de Patrulla. Carini, quien desde el día 15 estaba acuartelado en espera de la inminente invasión, sale a todo correr hacia la Motorizada.

Llega en el momento exacto en que uno de los camiones se dispone a salir. A pesar de su destacada trayectoria, no aparece entre los compañeros seleccionados para integrar el batallón de combate. La mayoría de los escogidos tienen la experiencia acumulada del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra o fueron miembros del Batallón durante las acciones del Escambray.

Carini sube de un salto mientras los combatientes se acomodan para el largo viaje. El jefe del vehículo le ordena que baje. El joven soldado es irreverente, no acata la orden y como no hay tiempo para discusiones, lo dejan continuar.

Su nombre completo es Rafael Ángel Carini Millán, pero todos lo conocen como "El italianito" o "Garibaldi". Había nacido el 14 de diciembre de 1940 y estudiado, primero en el colegio "San Agustín", y después en el "Hermanos Maristas", en la Víbora.

Luego de dos cursos tuvo que abandonar las aulas por las actividades clandestinas que realizaba como parte del Movimiento "26 de julio", en contra de la dictadura batistiana.

El 20 de septiembre de 1957, aproximadamente a las nueve de la noche, 18 policías armados con ametralladoras irrumpen en su domicilio con la intención de detenerlo y registrar su casa. Al no encontrarlo, los esbirros destrozan todo lo que pueden, a la vez que amenazan e insultan a sus padres Rolando y Liliam, quienes se mantienen firmes y serenos a pesar del miedo que sienten por el peligro que corre su hijo.

Los policías no encuentran nada sospechoso, ni siquiera un revólver que Carini guardaba en una caja dentro del escaparate. Antes de retirarse y como un acto de impotencia y cobardía, torturan y asesinan al joven Ramón Valdivia, en la escalera que conduce al domicilio de Carini. Después de estos sucesos, un grupo de agentes del Buró Represivo de Actividades Comunistas (BRAC) mantiene una constante vigilancia sobre la casa de Carini, situación que lo obliga a permanecer en la clandestinidad por algún tiempo.

En las primeras horas del 1ro de enero de 1959 Carini formó parte del grupo de combatientes que tomó la Primera Estación de Policía en Zulueta y Dragones, en la Habana Vieja para, con las armas ocupadas, atacar las Oficinas del Buró de Investigaciones en la intercepción de las calles 23 y 30, en El Vedado.

Después del triunfo revolucionario se vinculó de inmediato al sector bancario y forma parte de las milicias obreras desde su fundación. También ingresó en la Cruz Roja Cubana como parte de la brigada No.18 de Guanabacoa. Un tiempo después trabajó en el DTI hasta abril de 1961.
Aseguran quienes lo vieron antes de partir para la Unidad de Patrulla que dijo en tono acalorado: "Me voy a pelear como lo están haciendo mis compañeros...".

En la mañana del 19, una bala calibre 50 atraviesa la hebilla de su cinto y le destroza el estómago. A su lado, Perucho trata de socorrerlo pero la muerte se apura. "No te preocupes... Me... siento mal... Quítame esta cadena y llévasela a mi vieja... el reloj... al viejo".

Carini, el guapo "italianito", solo tenía 20 años.

Tomado de Cubadebate.

Volver a la Portada de Logo Paperblog