La famosa escritora de Harry Potter, J.K. Rowling, ha sido declarada inocente por un juez estadounidense en una demanda en la que se la acusaba de plagiar a otro autor cuando escribió Harry Potter y el cáliz de fuego. Ese otro escritor es el difunto autor británico Adrian Jacobs, y han sido sus herederos los que aseguraban que la trama del cuarto libro de la saga del popular mago copiaba partes del libro Las aventuras de Willy el mago, incluyendo un concurso de magia o la idea de magos viajando en trenes. La jueza que ha desestimado la demanda, Shira Scheindlin, dijo que “el contraste entre el concepto total y el ambiente de las obras es tan absoluto que cualquier comparación seria entre ambas fuerza la credulidad”. No es la primera vez que Rowling se enfrenta a acusaciones de plagio, ya el pasado mes de octubre tuvo que enfrentarse a un caso similar en Londres, que fue también desestimado por el juez que llevaba el caso. Según los herederos de Jacobs, que escribió Las aventuras de Willy el mago en 1987, el autor solicitó los servicios del agente literario Christopher Little, que posteriormente se convirtió en agente de Rowling. Los familiares del autor denuncian además que este murió pobre en un hospicio de Londres en 1997 sin llegar a ver publicada la segunda parte de su obra, puesto que ninguna editorial siguió apostando por él. Rowling también tuvo que enfrentarse a un proceso judicial por plagio en 2001, cuando se le acusó de que la idea de Harry Potter había sido tomada de La leyenda de Rah y los Muggles, una obra de 1984 de Nancy Stouffer.
Por lo pronto, los abogados de Jacobs han apelado la sentencia y trasladarán la demanda a Reino Unido, confiando en un análisis forense lingüístico y el testimonio de expertos en literatura fantástica para niños, y exigiendo la cantidad de 586 millones de dólares. Quién sabe, igual la demanda no llega a ninguna parte, pero el nombre de Adrian Jacobs ya suena por todos lados.
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