Un libro al que vuelvo para romper el bloqueo lector | Carmelo Beltrán

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Todos tenemos un hogar. Un lugar seguro. Un espacio al que nos gusta volver cuando nos encontramos perdidos. En definitiva, un punto donde las estrellas acuden a protegernos cuando lo necesitamos y podemos caminar sin mareos cuando todo carece de sentido. Lejos de melodramas, hoy quiero hablaros de ese libro al que todos volvemos cuando nos hemos hallado en frente de un bloqueo lector. Así, armaremos ruido con nuestra experiencia, así que disfrutad de los comentarios, que están a vuestra disposición para que os explayéis. No obstante, empiezo preguntando: ¿cuál es ese libro al que acudes en esta tesitura?

El bloqueo lector y sus implicaciones

Creo que el bloqueo lector no requiere de presentación alguna. Es conocido por todos los amantes de la lectura. Cual monstruo debajo de la cama, aparece cuando menos lo esperamos y nos deja sin la capacidad o sentido para leer. Tratamos de colocarnos en frente de un libro y nos damos cuenta de que sus líneas no son ajenas. Incapaces de entrar en su historia, cambiamos de obra de manera recurrente hasta que llegamos a ese instante en el que necesitamos asumir la realidad. Hemos vuelto a caer en sus garras.

Lo primero que quiero dejar claro respecto a la realidad del bloqueo lector es que no entiendo tanto drama al respecto. Comprendo que los que frecuentamos estos círculos entendemos la literatura como algo especial. Sí, es una parte fundamental de nuestro día a día. Sin embargo, esta situación no es más que un momento en el que el cuerpo nos pide realizar otro tipo de ocio que no sea la lectura. Salir más, disfrutar del cine, las series o aprender algo nuevo. ¿Por qué no?

En esta comunidad se suele realizar una montaña de un grano. Y muchas veces me pregunto si somos los únicos que sentimos este tipo de pesar a causa de ser los que le damos tanta importancia. El bloqueo lector acaba por agobiarnos debido a nuestros propios pensamientos.

No obstante, todos somos conscientes de que al final saldremos. Que llegará ese libro, tarde o temprano, que nos hará recuperarnos y volver a retomar la senda lectora.

¿Qué libro te permite romper siempre el bloqueo lector?

Todos contamos con un libro que consideramos un hogar donde poder refugiarnos. Sí, un lugar seguro. Un espacio que nos permite recuperar la magia por la ficción. Es esa historia que nos conocemos de memoria y que lo sentimos tan parte de nosotros que leerlo no es más que volver a encontrarse con un amigo.

En mi caso no voy a sorprender a nadie. Se trata de El nombre del viento y es una historia que he releído en incontables ocasiones. No tantas como Álex, mi compañero de la Taberna Literaria, pero sí que las suficientes. Cada vez que me pierdo entre sus páginas me parece un poquito más especial.

Soy un fan acérrimo de la pluma del escritor. Su mundo me enamora. He paseado tantas veces por sus escenarios que podría describirlos en mi mente. Conozco escenas de memoria y aguardo con expectación la llegada del tercer volumen. Que, por cierto, se rumorea cada vez más fuerte que podría suceder en el año 2020, así que habrá que estar muy atento.

Cuando encadeno una serie de obras que no me convencen lo rescato. Lo tengo en todos los formatos que os podáis imaginar.

¿Por qué vuelvo siempre a esta lectura?

Si algo he querido defender siempre en este espacio es que la literatura es subjetiva. Que nos guste o no una obra depende de nosotros mismos y nuestras circunstancias. Una misma historia leída en diferentes momentos puede causar efectos totalmente contrarios.

Mi caso es particular. Descubrí El nombre del viento cuando estaba enfermo. Bastante, de hecho. Ya os lo he contado en su momento. Pero la realidad es que se trata de una de esas historias que me permitió olvidarme de que tenía que estar tumbado en una cama y me ayudaba a vivir aventuras sin siquiera levantarme de ella

Fueron tres las historias que conformaron ese colectivo. Sin embargo, de todas ellas a la que tengo un mayor cariño es a esta. Kvothe y la pluma de Cronista se convirtieron en conocidos y me convencieron de que había mucho por vivir. Siempre se puede ser feliz y encontrar las cosas buenas que te da la vida.

Creo que es algo que hay que valorar como se merece.

¿Y vosotros? ¿Cuál es el libro que os hizo abandonar un bloqueo lector? ¿Cómo lo consiguió? Los comentarios están a vuestra disposición.

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