¿Te imaginas un lugar en el que , durante cuatro meses , siempre es de noche? . Sin la luz del sol, ni debilucha, ni nada de nada. No hay luz.
Con todo lo que sabemos sobre la incidencia de la luz solar en nuestro estado de ánimo, podríamos imaginar que, en ese lugar, la caída de serotonina y dopamina, los deja “out” y tristes todo el invierno. Pero, no hay que preocuparse, ya que después , de marzo a octubre, el sol no se pone nunca y aunque no sea excesivamente cálido, está todo el día en posción “on”.
El lugar es Longyearbyen y es una isla de un archipiélago que está entre la costa norte de Noruega y el Polo Norte. Allí, se ve el Sol de Medianoche y la Aurora Boreal ( cuando toca cada cosa) y allí se fueron los de Philips para hacer un experimento con su despertador que simula la iluminación de un amanecer (Wake Up Light) para que los 2000 habitantes ( hay más de 3.000 motos de nieve censadas!) de esta población pudieran “normalizar” el despertar, con una inyección de luz. Los resultados ( con fines publicitarios) están en la web del proyecto que os recomiendo que visitéis, tanto por su diseño ( premiada en el fwa) como por el contenido . Es una delicia conocer este lugar tan especial …Wake Up the Town ( Philips)
Y es que es especial, no sólo por su loca relación con el astro rey… De momento, si decides que vas a vivir en Longyerabyen, ya te anuncio que no te puedes morir ahí. Está prohibido ( por ley) morirse. Hace más de 7o que no entierran a nadie en el cementerio porque se descubrió que los cadáveres no se descomponen por la capa de hielo (permafrost) que los ha mantenido en perfecto estado de conservación.Y hablamos de 1917 ( datado por forenses , glups!). Así que si te mueres ( por un ” no poder preveerlo ” y que el “no poder preveerlo”, te pille en el Círculo Polar Ártico), allí no te entierran.
Otra de las cosas que te pasaría si te fueras a vivir a Longyearbyen, es que , nada más llegar, te darían un rifle. Por si acaso. Y es que es la tierra de los osos polares ( no ha sido intencionado, de verdad) y estos, son un peligro para la población. Es una especie protegida y sólo se les puede disparar en defensa propia, y en ese caso, se ha de informar a las autoridades locales. Saben que si el oso emite un chasquido con sus dientes, está preparado para atacar… Es tal la aglomeración de osos polares en la zona, que en Longyearbean tienen su propia señal de tráfico al respecto.
…Y si estáis por ahí ( sin rifle),dicen que hay que sacudir los guantes en la nieve para distraerlos…Por otro lado, “no se puede morir” en Longyearbyen, por lo que si lo de los guantes no funciona, a correr ( como buenamente se pueda entre nieve y hielo) que, encima, si te mueres, incumples la Ley.
Y yo creo que es que hoy, he pasado mucho calor y la imagen de esta tierra helada, me ha refrescado un poco. He recordado la serie “Doctor en Alaska” ( me encantaba) y la adaptación al medio de aquel pobre médico neoyorkino… Una de las cosas que se me quedaron grabadas en mi “archivo de proyectos de vida” fue ver y experimentar una Aurora Boreal. Y creo que Longyerabyen es un buen lugar. Me lo apunto.
Primero, porque a mí me gusta cumplir la Ley y en segundo lugar, porque tengo contactos con la jet set de los osos polares y creo que puedo conseguir un pase VIP para que no molesten (ni chasqueen ).