Situada a 1.400 metros de altitud, en el valle del rio Berbellido (con las mejores truchas de la Sierra Norte de Guadalajara, según dicen los expertos) que baja a buscar al río Jaramilla, Cabida goza de una magnifica ubicación entre montañas.
Poco poblada, desde siempre fue dependiente de otro municipio. Primero de Colmenar de la Sierra y luego de El Cardoso de la Sierra, cuando en 1.973 Colmenar y sus pedanías se agregaron al Cardoso. Cuentan que su origen se debe a un cabrero, Miguel, que se construyó aquí su casa cuando su pueblo fue destruido por una catástrofe (la iglesia está dedicada a San Miguel Arcángel).
Pudiera ser, por tamaño y su ubicación, que en sus inicios fueran casillas y corrales de verano de pastores. Lo cierto es que el origen del nombre es dudoso (algunos autores lo asocian a labores agrícolas). Desde luego las edificaciones (escasas) así parecen confirmarlo: muros de sillarejo, donde se mezclan calizas y pizarras, tejados a dos aguas con teja árabe y vigas de madera.
El casco urbano (apenas dos calles que se cruzan) está dominada por la iglesia donde destaca su alta espadaña. Muy reconstruida, en sus muros predominan la pizarra y la caliza. El paisaje, la sencillez de sus construcciones y el silencio justifican la visita.
Lar-ami
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