Un mar de dudas

Los aliados no se ponen de acuerdo. Foto: Jerome Delay (AFP)

Hoy, Día Mundial del Agua, hasta 141 millones de personas que viven en las ciudades no tienen acceso a agua potable. En Japón, donde sí lo tienen, el agua que emana de sus grifos ha dejado de ser potable. La radiactividad se ha colado por las alcantarillas. Ahora, de los grifos emana radiactividad en forma líquida. Los vientos en Fukushima han soplado en dirección al Pacífico, arrastrando hasta el océano las partículas radiactivas, pero a las autoridades lo que más les preocupa es la falta de pesca, dado el pescado es un elemento básico de la dieta nipona. Nada se oye sobre el daño ecológico, irreparable, diluido ya, imposible de contener. Tratamos muy mal al mar. Nos olvidamos que nosotros mismos somos poco más que agua. Si la contaminamos, también nos estamos pervirtiendo cada día un poco más a nosotros mismos.

En el Mediterráneo, las aguas también están turbulentas. La VI Flota, con el general Custer a la cabeza, vuelve a cargar contra los indios con el apoyo de algunos colonos que buscan asentarse en una nueva tierra de oportunidades. Mirando el gráfico del despliegue militar, se diría que no queda sitio para los peces ni para ningún otro tipo de vida.