Revista Cultura y Ocio

Un mes al sol

Publicado el 01 noviembre 2012 por Elhombredelpiruli

Un mes al sol
Un mes se cumple desde que estoy al pairo con calma chicha. Cinco lunes al sol con sus días intermedios al completo. Un mes de vacaciones forzosas al que le esperan otros cinco más por delante. En este tiempo, que esperaba de sosiego y de grandes espacios de tiempo vacíos, me ha sucedido de todo y casi todo malo. Con la “santa” con un broncoespasmo en parada casi total como yo;  se me rompieron la impresora y el microondas. Cuando estaba en un centro comercial, con el microondas nuevo en el maletero del coche, se me fundió la batería. Pocas cosas hay que me den más rabia que las averías del coche: llamar al servicio de emergencias, ir al taller etc. Afortunadamente, en un ahora tenía batería nueva instalada. Al menos el seguro funciona bien. Mi hija mayor dejó la casa en la que vivía de alquiler. Se fue un mes antes de que acabara el contrato y la casera le dio vía libre e incluso le prometió que le devolvía la fianza. Pero a la hora de la verdad, “donde dije digo, digo Diego”. La casera es un mal bicho sin palabra, una impúdica sinvergüenza. Dice la empleada de la inmobiliaria que es una señorona de alto estatus económico. No me extraña, con esa moral de saqueadora de jovencitas llegará lejos. Se ve que cuanto más dinero tiene la gente más avariciosa se vuelve. Le he dado su nombre a una prostituta trepa de la novela que estoy escribiendo. Aunque me estoy planteando si se lo merece. Mi personaje es mucho más honesto. Pensaba que en noviembre la cosa sería más llevadera, pero los indicios no apuntan por ahí. Probablemente mi hija pequeña (tengo dos)  tenga que hacerse una artroscopia en la rodilla para arreglar un menisco averiado. Nada grave.Pero fundamental para poder practicar su deporte favorito: el roller derby.
Este mes, pese a todo, he tenido tiempo para avanzar en las dos tareas que impuse al saber que sería victima de un ERE temporal: Hacer ejercicio, algo que tenía olvidado desde hace años, y adelantar en mi novela.  
Todas las mañanas salgo a caminar/correr por la orilla del río. Me llevó la cámara y me detengo a admirar la fauna, que no es poca, como ya sabrán los que me siguen en el Facebook, donde cuelgo las fotos. Madrid Río es un espacio muy destacado de la ciudad que merece la pena visitar y disfrutar, a pesar de la gran cantidad de locos que circulan en bicicleta. La gran cagada de Ruiz Gallardón (el actual Ministro Mordaza) en este proyecto, además de arruinar a los madrileños, fue mezclar a peatones y ciclistas por los mismos caminos. Algún día tendremos un disgusto.
Un mes al sol
De la novela no diré nada nuevo sobre lo que ya escribí aquí cuando la comencé; solo que escribo a buen ritmo pero sin agobios, cuando me apetece y enriqueciéndola cada día con nuevos giros. Me gusta improvisar y retorcer la historia. Se disfruta más escribiendo una novela cuando no sabes qué va a suceder, cuando improvisas, cuando la propia trama te lleva por derroteros que tú desconocías.  Hay escritores a los que les gusta tener todo atado y bien atado. A mí no. Prefiero que fluya y que la historia me lleve a mí en lugar de dirigirla yo. Confío en acabarla antes de fin de año.
A todo esto, mi editor sigue desaparecido en combate desde hace más de un año. Espero que algún día resurja de donde quiera que esté y sepa algo de él por algún conducto que no sea su Facebook. 
También he tenido tiempo de hacerme un tatuaje, lo que ha sorprendido a algunos de mis amigos. ¿Por qué me he tatuado? ¿Y por qué no? Era el único en casa que tenía la piel virgen. El motivo que me he grabado en el brazo es lo que yo llamo “La dama de fuego” y que reconocerá cualquiera que haya leído mi novela “Sangre decaballo”. No obstante, lo explicaré con más detalle en otro post. El tatuaje me lo ha grabado DeCraneo, un gran artista que recomiendo desde aquí. Bueno y a mejor precio.
En resumen, que estoy muy a gusto en el paro (que no se entere la Báñez que me quita la mierda de prestación), lujo forzoso que me puedo permitir estos seis meses porque yo no he sido de esos malvados que han vivido por encima de sus posibilidades y llevado a España a la ruina. Es un placer inmenso no ver ciertas caras y no cumplir determinadas rutinas alienantes. Pero en este asunto prefiero no entrar, al menos de momento. Tiempo habrá. Quería hacer un balance de mi primer mes subvencionado por el INEM y me ha salido algo así como Querido Diario. No importa, ahí queda. Espero no haber aburrido.

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