Un microrrelato: El problema de soñar.

Cuelgan de las cuerdas de la del quinto y trato desesperadamente de liberarlas con el palo de la escoba y eso que son tan livianas que una pequeña brisa las lanzaría al espacio exterior. Si es que ya lo dice mi madre: "estás todo el día soñando despierto".  Eso hacía yo en la ventana del patio interior. Tan ensimismado estaba yo en mis ensoñaciones que no me daba cuenta que éstas se estaban quedando atrapadas entre la ropa del tendedero. Como no los libere con el ventilador voy a ser el centro de atención de la comunidad durante días.