Revista Salud y Bienestar
A todos nos gustaría vivir en un mundo sin enfermedad, sin hospitales, sin enfermeros ni médicos...
Mientras lo conseguimos suele venirnos bien que alguien nos cuide y nos ayude cuando nos ponemos malos. Un simple resfriado nos recuerda qué significa la levedad humana
Me encontré con este vídeo que reflexiona sobre la realidad de que cada vez hay menos enfermeras. También hay menos médicos.
Las profesionales sanitarias llevan pesadas cargas sobre sus hombros y cada vez reciben menos remuneración y más castigo por parte de los sistemas sanitarios en las que trabajan...
Ayer hablaba con dos enfermeras senior de mi equipo, reflexionaban sobre la necesidad de tener más libranzas o días de libre disposición. Y no precisamente como un lujo, sino como una forma de cuidar al cuidador, evitar que se "queme". Desarrollar una actividad laboral de cuidado en contacto con el dolor y la miseria humana produce un cansancio de alma, un desgaste especial. Sin duda hay profesiones más duras, pero cuidar no es nada fácil. Las personas que cuidan a un familiar enfermo o discapacitado lo saben.
Hablábamos en este blog hace unos días de aportar sentido a los pacientes en su tiempo de enfermar. Si los profesionales adolecen de él no será posible contagiarlo...
Algo habrá que hacer. Entre todos y todas.