Un mundo sin fin

By Lecturina
Es la esperada continuación del éxito de Ken Follet: “Los pilares de la tierra”. La historia comienza unos doscientos años después en la misma ciudad de Kingsbridge, y en los mismos lugares donde se desarrollo la trama de su anterior libro, pero puede leerse de forma independiente.
La obra se publicó en España en diciembre de 2007, y al igual que la primera parte también existe  una miniserie basada en el libro. El autor se inspiró para una parte de la novela en las obras de restauración de la catedral de Santa María de Vitoria, ciudad donde presentó el libro y que le ha honrado con una estatua de bronce.
La novela comienza presentándonos a los protagonistas, cuatro niños: Caris, Gwenda, Ralph y Merthin, muy diferentes entre sí, qué nos permitirán ir descubriendo cómo es la vida en esa época a través de sus historias. Las aventuras e intrigas volverán tanto de la mano de los caballeros de la zona como de los monjes del priorato y por supuesto de los habitantes de la ciudad, se unen además las monjas del convento. Una nueva y trepidante historia para conocer esta época de la Edad Media: sus costumbres, sus ambiciones, sus leyes y las relaciones que surgen entre unos y otros.
En general me ha gustado, no ha llegado al nivel de “Los pilares de la tierra” pero logra mantener la intriga a pesar de que la primera parte del libro es muy similar al primer libro, los personajes son diferentes pero les pasan las mismas cosas, un poco extraño ¿no? Y demasiado predecible, pero a partir del capítulo 52  la situación cambia, los personajes evolucionan y la historia gana en intriga y emoción. Al igual que en el primer libro el escritor ha sabido dotar a los personajes de carácter y personalidad, en concreto me han cautivado Caris y Merthin, los cuales han sabido luchar y no renunciar a sus sueños, y a través de sus vidas hemos conocido una nueva etapa del priorato de Kingsbridge. También me ha gustado mucho la forma en que te lleva de un personaje a otro y te va dejando en suspense durante muchas páginas e  intercalando las historias, lo que provoca que te sientas impelido a continuar.
En un momento del libro el autor nos recuerda un hecho que ya había ocurrido, claro que unas “600 páginas antes”, me pareció gracioso, pero con el tamaño del libro, si no tienes tiempo de leértelo seguido, se puede perder el hilo de algunas historias. Se comenta que escribirá un tercer libro, claro que si del primero al segundo distan diecisiete años aún nos queda un tiempo para que llegue a nuestras manos esa supuesta tercera parte. Ahora está en vuestras manos adentraros de nuevo en Kingsbridge y sus entresijos.