Revista Cultura y Ocio

Un nuevo caso de Cate Maynes llega a las librerías

Publicado el 27 octubre 2014 por Delecturaobligada @DelecturaOblig

Fuente: Facebook de la autora

Fuente: Facebook de la autora

Para quien no la conozca, ¿quién es Cate Maynes?
¿Básicamente? Un desastre. Un ser perdido al que cierto día le estalló la vida en la cara y que desde entonces trata de recomponerse como puede. Cuando conocemos al personaje —en la primera entrega, El primer caso de Cate Maynes (Editorial Egales, 2011)— ha pasado un año desde su particular Big Bang, y la que entonces era una policía eficiente y con el rumbo de su vida en sus manos se ha reciclado en detective privada (sin demasiada vocación por el desempeño de su nueva ocupación, todo hay que decirlo). Yo siempre tengo a mano una descripción que resume muy bien sus cuatro puntos cardinales: detective privada de vida desmantelada, pasado tormentoso, corazón desconchado, torpeza vital, algo ligerita de copas y partidaria de relacionarse socialmente por periodos de tiempo no superiores al ciclo de vida de la mosca de la fruta.
Esa es Catherine S. Maynes.

¿Cómo surgió el personaje?
De la unión de dos de mis pasiones como lectora: la literatura lésbica y la novela negra. De esa unión y, sobre todo, de mi faceta fan de las novelas de la serie de J. M. Redmann sobre su detective privada MickyKnight. Siempre he dicho que esta serie fue la inspiración directísima de mi Cate y la idea fue rondándome por la cabeza durante mucho tiempo, hasta que cristalizó en ese primer libro. Me apetecía muchísimo la idea de crear un personaje que tuviera toda su vida patas arriba, que tuviera que empezar de cero, y ver cómo se las apañaba para tirar adelante, cómo evolucionaba. Desde un principio me lo planteé como una serie y es muy curioso cómo hoy, tres años después de aquel planteamiento inicial, es más bien Cate la que me hace evolucionar a mí. Como escritora siempre dejas algo de ti en tus historias, en tus personajes y, si bien era consciente de que Cate tenía cositas mías (ojo, solo “cositas”, porque el personaje… En fin, telita marinera), no ha sido hasta ahora, con esta segunda entrega, que me he dado cuenta de que hay más de mí en Cate de lo que podría haber pensado en un principio. Sobre todo en su evolución emocional, en cómo se enfrenta a las cosas, qué siente ante todo ello. 

Cate cumple con varios tópicos del detective, una vida desgraciada que supera pegada a la botella, pero con un “envoltorio” del siglo 21: mujer, independiente, lesbiana y un toque ácido de humor. ¿El lector actual ha superado al detective clásico?
Sí, lo ha hecho. Rotundamente. Lo cual no quiere decir que no siga disfrutando con un clásico, claro. Pero ahora hay todo un universo de nuevos perfiles en el mundo literario detectivesco, que lo mismo te presenta a una jubilada aficionada a resolver delitos, que a un amo de casa con lamparones de la última papilla de su bebé en la camisa. Las bases clásicas siempre estarán ahí, lo que haces como autora es intentar darle una vuelta de tuerca o imprimirle tu propio sello. ¿Que Cate bebe de todas las fuentes clásicas habidas y por haber? Sí. Ese es su punto de partida. Ahora, lo que yo haya hecho a partir de ahí es otra cosa, y que lo haya hecho bien o no ya es a juicio de los lectores.

¿Le quedan muchas aventuras por vivir a la señorita Maynes?
Cuando inicié la serie en 2011 no lo tenía muy claro, pero ahora sí sé que esas aventuras tienen que tener un número finito. Hay una serie de cosas que quiero contar y, cuando lo haga, Cate dirá adiós. Mi cálculo, hoy por hoy, es que con unas seis entregas sería suficiente, si bien este número podría variar según avance con la historia. Aunque tengo en mi cabeza qué ocurrirá con los personajes, con la escritura de este segundo libro me he dado cuenta de que es un universo con vida propia. Es decir, tiene la capacidad de sorprenderme, colocando en el camino piezas que yo, en un principio, no tenía previstas. Es algo absolutamente fascinante, porque yo escribo la historia, pero es ella la que a veces me “sugiere” cosas a mí. Sin ir más lejos, en esta segunda entrega hay un personaje que no tenía planeado. Y, de repente, surgió, y con él toda su vida: qué le pasaría, con quién estaría o dejaría de estar, cómo llegaría hasta el final de la serie… Creo que es una de las cosas más asombrosasy mágicas de escribir: encontrar este tipo de tesoros sin saber que tenías el mapa.

Centrémonos en la que vive en Los hilos del destino, ¿qué nos puede desvelar?
La trama es un poquito más compleja que en la primera entrega y su resolución tiene un recorrido más largo. En este segundo caso Cate deberá resolver el misterio de un cliente que la contrata para buscarse a sí mismo. Mezclados con esta investigación seguirán los vaivenes de su vida personal, sobre todo la parte sentimental, que oscila entre las dos mujeres que ocupan (y zarandean) su corazón: Micaela y Helena. En esta entrega también se amplía el universo personal de Cate, introduciendo más datos sobre su vida familiar y lo que ocurrió en ese pasado que le atormenta y que le hizo dar un puñetazo sobre la mesa y dejarlo todo atrás. Su vida, como no podía ser de otra forma, se complicará, básicamente porque tras ese primer año desde que su vida varió de rumbo Cate se detendrá y tendrá que tomarse un segundo para reflexionar acerca de dónde está, cómo ha llegado hasta allí y, sobre todo, qué quiere hacer con todo eso

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Para que lo sepan los lectores, ¿pueden leer esta novela sin haber leído El primer caso de Cate Maynes?
Sí, el libro se puede leer de forma independiente, si únicamente se centran en el caso. No es así si lo que quieren es seguir la vida personal de Cate. La estructura de la serie está planeada de un modo clásico (planteamiento de un caso autoconclusivo, entremezclado con la vida personal del personaje) y es cierto que el lector tendrá en cada entrega su planteamiento, nudo y desenlace en lo que respecta a la resolución del caso, pero no será así con los vaivenes de la vida personal de Cate. Como he dicho, hay una serie de cosas que quiero contar sobre ella, su pasado, su incierto futuro y, por extensión, el del resto de los personajes que le acompañan. Así, resulta imprescindible hacer todo el recorrido desde el primer paso, si lo que se quiere es tener una visión completa de lo que le aconteció (y le acontecerá). Tengo que señalar que las aventuras de Cate no solo se ciñen a las narradas en las novelas, sino que tienen su propia extensión (a modo de peculiar spin off) en los relatos cortos del personaje. Esto no fue algo planeado, sino que surgió a raíz de una petición que me hicieron de colaborar en una publicación —“Ámbitos Feministas”— con una historia de Cate (el relato “El camino de su piel”), y que posteriormente se amplió con la escritura de una segunda historia corta, incluida en una antología de autoras españolas con personajes femeninos policiacos/detectivescos (en el libro “Fundido en negro”, con el relato “Un perro llamado Úrsula”). La peculiaridad de estos relatos es que la cronología de los mismos está situada antes de los hechos narrados en “El primer caso de Cate Maynes”, y así el/la lector/a podrá seguir a la destartalada Cate en ese primer año como flamante detective privada en Océano. De hecho, en “Un perro llamado Úrsula” lxslectorxs podrán asistir al que fue su verdadero primer caso. Y si alguien tiene interés en saber más de Cate, el relato “El camino de su piel” está colgado íntegro en mi blog y pueden leerlo accediendo a este.

Hagamos un repaso por su obra. Después de darse a conocer publicó La perfección del silencio. ¿Qué supuso para usted lanzar una segunda novela?
La confirmación de un camino. “El primer caso de Cate Maynes” podría haber sido solo una anécdota, una excepción. Como lectora impenitente, crecí deseando crear mis propios mundos, esos en los que me sumergía de la mano de tantas autoras y autores. Es curioso, porque, realmente, “La perfección del silencio” fue la primera novela que escribí (si bien salió publicada más tarde). El que esta historia viera la luz (aparte de hacerme muy feliz, ya que certificaba el hecho de que el primer Cate ya no sería mi único libro publicado) me reforzó en mi deseo de seguir escribiendo. Además, he de decir que la localización de la historia transcurre en Elche (con menciones a escenarios como La Glorieta, la plaza del Centro de Congresos, el Palacio de Altamira o Los Arenales del Sol), por lo que, como ilicitana, supone un extra emocional para mí.

Después llegó Elisa frente al mar. ¿De qué trata esta?
Este libro es especial para mí. La niña de mis ojos, como digo siempre. Es mi historia más personal, en la que he volcado más sentimientos y emociones propios. Es de corte más intimista, y estaría situada en la otra punta del espectro de género del resto de mis novelas (que las podríamos encuadrar entre lo detectivesco y la intriga romántica). El núcleo de “Elisa frente al mar” es el relato de la relación entre dos mujeres a lo largo de 30 años de sus vidas, su camino de amor, pérdida y renuncia. De dolor e impotencia ante el acatamiento de la norma imperante. Elisa representa la lesbiana que da un paso atrás, que se esconde, que hipoteca su corazón para salvaguardar su supervivencia social. Nuria es la mujer que la ama y pierde constantemente en ese pulso que mantiene Elisa con su propio interior, sus miedos, un testigo impotente ante su rendición. La historia se inicia en los años 80 y hace un recorrido por el largo camino deambas, desde que se conocen en el instituto hasta que se reencuentran en lo alto de ese acantilado casi tres décadas después (por cierto, la imagen de la portada de la novela no será desconocida para quien conozca la zona, porque se trata de una vista de la isla de Tabarca desde el faro del cabo de Santa Pola. En la novela no se especifica ninguna localización concreta, pero en mi cabeza estaban Elche y sus alrededores, si bien en la descripción del faro me he tomado ciertas libertades creativas). Junto a este núcleo argumental coexiste otro, no menos importante, que gira en torno a la violencia de género y sus terribles consecuencias, encarnadas en la historia de un tercer personaje, Valeria, que sería algo así como el tercer vértice en esta historia de amor y amistad.
He de decir que “Elisa frente al mar” es la novela que más satisfacciones a nivel personal me está proporcionando. Es increíble la conexión que la historia ha logrado con el que, en principio, es su público objetivo, mujeres lesbianas. No son pocas las que me han escrito diciéndome que o bien se sienten identificadas con la historia o, directamente, que es como si estuviera contando la historia de su vida. Sin embargo, creo que es un libro que debería leer todo el mundo, sin importar sus razones para sentirseidentificadx o la naturaleza de su orientación sexual. Es una historia que escribí para que todos pudieran comprender cuánto daño hace la represión, propia o ajena, la homofobia, la presión

elisa
social, el miedo interior, y de qué modo todo esto puede cambiar el curso de una vida.

¿Cree que estas dos obras comparten el mismo perfil de lector que quienes siguen las aventuras de Cate Maynes?
Como con todo, es una cuestión de gustos, pura y simplemente. De conexión emocional con la historia. Si te gusta la novela negra, la intriga, el romance, las pinceladas de erotismo o los sentimientos a flor de piel, te gustarán entonces cualquiera de esas novelas. Y si eres un buen lector, no te importará el género de sus protagonistas o su orientación sexual. Ha de ser la historia la que te arrastre, por encima de cualquier otra consideración. Si lo logra, te dará igual que sean dos mujeres, dos elfos de Papá Noel o dos iguanas caribeñas.

Nos gustaría saber también qué tipo de historias lee.
Ciencia ficción, novela negra, intriga, romántica… Donde haya una buena historia, sin importar el género, ahí están mis ojos. No me va demasiado la moda vampiro o histórica, sobre todo cuando existe una especie de “subida al carro” y empiezan a inundarnos con libros cortados por el mismo patrón (como lo que ha ocurrido recientemente con el fenómeno de “50 sombras de Grey”, por ejemplo). Sí he leído, sin embargo, trilogías como la de “Los Juegos del Hambre”, que me ha sorprendido tanto como encantado. También soy muy de fanfics (historias hechas por fans de series, libros y películas). Hay auténticas maravillas ahí fuera dentro de este género.

¿Algunas de esas lecturas le ha influido en su forma de escribir?
¡Cate Maynes nació precisamente por ello! Todos los libros que alguna vez han pasado por mis manos, y que me han gustado, me han influido. Eso es innegable. Soy de esas personas que, cuando lee una buena historia, le entra un subidón creativo, de ganas de querer escribir algo igual. Una especie de envidia sana que me impulsa a emularlo, a querer hacer algo tan extraordinario como lo que he leído. Que lo consiga o no, vaya, es otra cuestión.

De forma escueta, ¿nos puede describir su estilo literario?
Heterogéneo. Mis novelas van desde el policíaco hasta el intimista, con toques de intriga, humor, romance y erotismo. Soy muy afortunada de poder contar con tantas herramientas, bien alternándolas o entremezclándolas. Pero, curiosamente, creo que si hay algo que permanece contante en todas ellas, como si fuese una base identificativa, eso es el humor, bajo cualquiera de sus formas. Porque hasta en un libro como “Elisa frente al mar” hay cabida para él, siendo como es una historia esta en la que el dolor y la pena forman parte de su esencia.

Antes de concluir, ¿puede adelantarnos sus próximos trabajos en el mundo de las letras?
Estoy trabajando en el manuscrito de una de mis historias, que podría encuadrarse dentro del tipo de intriga romántica. Siempre llevo en danza varias historias, en mayor o menor desarrollo, pero esta en concreto es una que ya tengo finalizada. Y debo empezar a ponerme yacon la tercera entrega de la serie de Cate Maynes, aunque con ella me estoy tomando un pequeño descanso. ¡Pasamos demasiado tiempo juntas y nos queda un largo camino por recorrer, no es cuestión de acabar liándonos a tortas por hartazgo mutuo!

Y, en su agenda, ¿hay próximas presentaciones o encuentros con lectores?
Tengo ya cerrada la primera presentación de “Los hilos del destino” que, como es tradición, será en la librería Ali i Truc de Elche. Será el jueves 30 de octubre, a las 20:15 h. También estoy mirando hacer alguna fuera de la provincia, por ejemplo en Barcelona, aunque no tengo nada cerrado todavía. Más cercanas geográficamente sería en Alicante, de la que tampoco tengo nada concreto aún, pero que también está en mi agenda.

Por último, ¿qué libro recomendaría a nuestros lectores?
Me ponéis en un compromiso si solo tengo que nombrar uno (eso es como elegir entre mamá y mamá), así que me tomo la libertad de dar unos cuantos, que bien podrían definir mis gustos: “Crónicas de robots”, de Isaac Asimov, “Falsa identidad”, de Sarah Waters, “La conjura de los necios” de John Kennedy Toole yel alfabeto del crimen de SueGrafton. Elijan o mezclen, como hago yo.


 


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