Martes 29 de Septiembre de 2015
Una nueva imagen capturada por el telescopio MPG/ESO muestra la nebulosa Lambda Centauri, una nube de hidrógeno resplandeciente y estrellas recién nacidas en la constelación de Centaurus. La nebulosa, también conocida como IC 2944, es apodada la nebulosa del Pollo Corredor, por la forma similar a un pájaro que algunos ven en su región más brillante. En la nebulosa, ubicada a unos 6500 años luz de la Tierra, estrellas calientes recién nacidas, formadas en las nubes de hidrógeno, emiten un intenso brillo ultravioleta. Esta intensa radiación estimula a su vez a la nube de hidrógeno circundante, haciéndola brillar con un característico tono rojo. Este color rojo es típico de regiones de formación estelar, otro ejemplo famoso es la nebulosa de la Laguna.
Algunas personas ven la forma de un pollo en las fotos de esta región de formación estelar, de ahí su apodo, aunque existe cierto desacuerdo sobre su ubicación exacta en la nebulosa, ya que es posible apreciar varias figuras con forma de pájaro a lo largo de la imagen. Aparte del gas resplandeciente, otro signo de formación estelar en IC 2944 es la serie de manchas negras opacas sobre el fondo rojo en algunas partes de esta imagen. Estos objetos se conocen como glóbulos de Bok y son oscuros porque absorben la luz del fondo luminoso. Gracias a observaciones de estas nubes oscuras con telescopios infrarrojos, que son capaces de ver a través del polvo que normalmente bloquea la luz visible, se ha podido comprobar que hay estrellas en formación en muchos de ellos.
En esta imagen, la colección más importante de glóbulos de Bok es conocida como glóbulos de Thackeray, en honor al astrónomo sudafricano que los descubrió en la década de 1950. Visibles entre un grupo de estrellas brillantes en la parte superior derecha de la imagen, estos glóbulos aparecen en una famosa imagen tomada por el Telescopio Espacial Hubble NASA/ESA. Si los capullos de estrellas en los glóbulos de Thackeray están todavía en gestación, las estrellas del cúmulo IC 2948, visibles al interior de la nebulosa, son sus hermanas mayores. Todavía jóvenes en términos estelares, con sólo unos pocos millones de años de edad, estas estrellas brillan con fuerza y su radiación ultravioleta proporciona gran parte de la energía que ilumina la nebulosa. Estas nebulosas brillantes viven poco tiempo en términos astronómicos (por lo general unos pocos millones de años), lo que significa que la nebulosa Lambda Centauri eventualmente se irá desvaneciendo a medida que pierda su gas y su fuente de radiación ultravioleta.Fotografía OriginalCrédito: ESO