
Parque nacional Thingvellir. Choque de las placas tectónicas
Islandia, sobrecogedor, el paraíso de los paisajes. Dominado por los elementos, tierra, agua, aire, fuego, todos ellos están representados de algún modo. Esta tierra geológicamente muy joven, hace que me imagine el resto de los lugares del planeta hace millones de años, como hoy contemplamos este mágico lugar. Apenas tocado por el hombre, su presencia es bastante escasa, concentrada en algunas ciudades. Carreteras solitarias, muchas una simple pista de grava, y la visión a través de la ventanilla del coche hace que pares cada poco para salir y contemplar el paisaje. A veces no hay nada, sólo campos de lava a los que les ha crecido una fina capa de musgo, otras veces son montañas que caen a pico sobre el mar, planicies negras, o tundra. El tiempo muy cambiante, tremendamente cambiante, aunque ya es verano allí en el mes de junio, se siente el frío de pleno invierno, nieve en grandes extensiones, capas y capas de hielo si subes la montaña, agua de deshielo desbocada, ríos por todas partes, nieblas, tan espesas que apenas ves la pista por donde circulas, pero ahora en junio allí no se hace de noche, lo más oscuro como un atardecer de invierno por aquí. Simplemente es Islandia, esa isla tranquila.

Gullfoss. Cascada dorada en cañón del río Hvita. Círculo dorado

Miles de piedras apiladas como señal de protección

campos de lava de Islandia, Eldhraun.

Camino a Vik

Fjallsárlón glaciar

Icebergs en Jökulsárlón glaciar

Lago Myvatn

Stokksnes

valle protegido

Hvitserkur península de

Laugarhóll en los fiordos del Oeste

Cascada Dynjandi en los fiordos del Oeste

Acantilados de Latrabjarb

musgo en las cascadas

playa de Rauðisandur

playa de Djúpalónssandur. Península de Snaefellsnes
