Si piensas que Malgrat de Mar es solo un pueblo de la Costa Barcelona a donde ir a la playa, estás muy equivocado/a. A pesar de que su fama como población turística es evidente, ofrece una larga lista de lugares de interés que a más de uno va a sorprender descubrirlos.
Además de contar con la certificación oficial de Destinació de Turisme Familiar, tanto en su centro histórico como en sus alrededores, conserva un importante número de rincones emblemáticos que nos recuerdan su pasado marítimo, rural y de apogeo modernista, especialmente durante los años de la industrialización de finales del siglo XIX y principios del XX.
Último pueblo costero de la comarca del Maresme y de la provincia de Barcelona delimita con la comarca de la Selva, situada ya en la provincia de Girona, donde el río Tordera marca la frontera natural entre ambas.
Pinceladas históricas
Aunque existen algunas evidencias de la época romana, el verdadero nacimiento de esta población (llamada inicialmente Vilanova de Palafolls) data del siglo XIV, cuando el Senyor de Palafolls otorgó carta de poblament (privilegio de población) a los terrenos situados alrededor de una torre de vigía (actual Torre del Castell), situada en lo alto de una colina junto a la costa y que data de 1285.
Torre del Parc del Castell, antigua torre de vigia datada en el siglo XIII
Hasta finales del siglo XIX Malgrat de Mar fue un pueblo eminentemente rural, condición que empezó a cambiar cuando se empezaron a crear empresas textiles de ámbito familiar, cosa que incentivaría la llegada del ferrocarril.
El desarrollo industrial llevó aparejado un aumento de la población, especialmente inmigrada desde otras zonas de la Península entre 1911 y 1914, atraídas por las actividades mineras que se llevaron en la zona.
La identificación de Malgrat de Mar con el turismo de sol y playa llegó en la década de los 60, cuando se empezaron a construir hoteles y zonas de acampada, que motivaron una nueva ola de inmigrantes.
A partir de ese momento, el centro histórico del pueblo quedó rodeado por diferentes zonas turísticas de nueva creación, que acabarían escondiendo -pero no eliminando- algunas de las curiosidades patrimoniales de Malgrat de Mar, que muchos hemos empezado a descubrir, y que queremos recoger en este post.
Indicaciones en el centro histórico. Quizás la zona que más te va a sorprender, por desconocida, si te das un paseo por ella
Mal grat
No, no me he equivocado. La separación de las dos sílabas de Malgrat en dos palabras (Mal grat) tiene su explicación, y te va a dar la pista del porqué del nombre de la población. Un nombre que vino a sustituir el que tuvo inicialmente, y que acabaría perdurando en el tiempo.
Como ya hemos comentado, el nombre inicial de Malgrat de Mar fue el de Vilanova de Palafolls, apelativo que se le dio al nuevo núcleo de Palafolls (pueblo del interior) que se formó junto a la línea de la costa, cuando algunos de sus vecinos tuvieron que ir a habitarlo de manera obligada y sin “demasiado entusiasmo”, ante los más que probables ataques de corsarios que podrían sufrir desde el mar, muy habituales en la época.
De ahí que la poca satisfacción o “mal grat” de sus nuevos pobladores acabase dando nombre al lugar, como nos explican nuestros anfitriones durante nuestro paseo.
Destino de turismo familiar
Desde el año 2003, la Agència Catalana de Turisme concede este tipo de sello turístico (destino de turismo familiar) a los municipios que disponen de equipamientos y servicios especialmente adaptados a las necesidades de las familias con niños, y que incluyen alojamientos, restaurantes y ocio especialmente dirigidos a los más pequeños.
Malgrat de Mar obtuvo el sello turístico en 2007, dentro de la categoría de Platja en familia.
Playas y naturaleza
Malgrat de Mar tiene una extensión total de 4,5 km de zona de playa, divida en cuatro sectores: el de la platja de l’Astillero, el de la platja del Centre, el de la platja de la Conca y el de la platja Punta de la Tordera.
La platja de l’Astillero
Esta playa es la que está situada en la zona más turística de la población, en donde están la mayoría de los hoteles, picnics y zonas de acampada.
La platja de l’Astillero con “la Pilona” en el fondo.
El nombre de Astillero se lo debe a que hasta la década de los años 30 del siglo XX, en esa zona de la costa hubo unos astilleros, de los que todavía hoy se conserva una plataforma que se divisa desde la playa, a modo de isla artificial.
Situada en medio del mar y separada de la costa, esa plataforma se conoce popularmente como “la Pilona”. Durante los años en que estuvo en funcionamiento se usó como punto de embarque del mineral de hierro que se obtenía en las minas de Can Palomeres, desde donde llegaba a través de un sistema de vagonetas móviles suspendidas de unas torres metálicas, de las que en la actualidad ya no se conserva ningún vestigio.
Para los más curiosos, es posible realizar una ruta a pie desde el pueblo hasta las antiguas minas que, además, pasa por las ruinas de la masia de Can Palomeres, que le da nombre al lugar.
La platja del Centre
Se extiende paralela al paseo marítimo y, como su nombre indica, es la más próxima al centro histórico de la población.
Malgrat de Mar obtuvo el sello turístico de “destino de turismo familiar” en 2007, dentro de la categoría de Platja en familia.
La platja de la Conca
Es la playa más larga de la población y está situada en un entorno natural, semiurbano.
Se caracteriza por tener una zona de dunas, que se han convertido en reserva natural para ayudar a recuperar la flora autóctona. Es uno de los pocos lugares, dentro de la provincia de Barcelona, en donde entra en contacto directo un espacio natural con la playa.
La platja de la Punta de la Tordera
La platja de la Punta de la Tordera es la última zona de playa de la población, situada junto a la desembocadura del río Tordera.
También es espacio protegido, y es ideal para ir a observar la flora y las aves que tienen el Delta del Tordera como su espacio natural.
Zonas verdes
El Pla de Grau y el Delta de la Tordera
Como ya hemos comentado el Delta del riu Tordera y las zonas de playa que hay en el entorno son una reserva destinada a la recuperación del entorno natural.
Campo de escarolas en el Pla del Grau con una plantación de escarolas. (Foto: Malgrat Turisme)
Especial atención nos merece el Pla de Grau, un espacio agrícola protegido destinado al cultivo de productos hortícolas propios de la zona, como por ejemplo la escarola (¿sabes que Malgrat de Mar fue el primer exportador de escarola a Francia?), o el fesol del ganxet, un tipo de leguminosa propia de la zona, que cuenta con sello DOP.
Como curiosidad comentar que en 2007, la Generalitat de Catalunya registró como DOP los nombres de Mongeta del Ganxet Vallès-Maresme, Fesol del Ganxet Vallès-Maresme o Judía del Ganxet Vallès-Maresme. Y que, posteriormente en 2012, fue la Unión Europea la que otorgó la DOP a nivel europeo, con la mención AGP (apelación geográfica protegida).
Los parques
El Parc del Castell
Considerado como un parque urbano, está situado en la zona más elevada de Malgrat de Mar, desde donde se disfruta de excelentes panorámicas sobre todo el municipio y sobre los alrededores. Llegándose a divisar, incluso, el Castell de Sant Joan, en la vecina población de Blanes.
Recorrido entre la vegetación del Parc del Castell
El parque se urbanizó en 1959, en la colina en donde estaba la antigua torre de vigía, que todavía hoy se conserva. Cuenta con más de 125 especies vegetales diferentes, repartidas por toda su extensión, todas ellas perfectamente rotuladas e identificadas, para satisfacción de los visitantes más curiosos y observadores.
Desde la plaça de J. Anselm Clavé, en el centro histórico del pueblo, se puede subir mediante un curioso ascensor inclinado, parecido a un pequeño funicular.
El Parc de Francesc Macià
Además de las cuatro zonas de playa, el parc de Francesc Macià es el lugar más interesante y divertido de Malgrat de Mar para llevar a los más pequeños de la familia. Un parque vallado, pero de libre acceso durante las horas de apertura.
El Parc de Francesc Macià: un lugar para sentirte como Gulliver
Está situado junto a la riera de Palafolls, y se construyó sobre unos antiguos campos de cultivo. La parte más antigua del parque se inauguró en enero de 2001, y la más moderna en febrero de 2007, aunque en 2015 todo el conjunto se sometió a una exhaustiva remodelación.
Considerado uno de los lugares más populares del Maresme, tiene una extensión de 50.000 m2, y cuenta con diversos espacios polivalentes, zona de juegos, picnic y un anfiteatro.
Una de sus peculiaridades es la variedad de esculturas gigantes, que le dan ese punto de singularidad y magia que hace sentirte como Gulliver en el país de los gigantes cuando entras en él.
En medio de un escenario de cuento de hadas, puedes irte tropezando con lápices gigantes, pedazos de tartas, la casita de Hansel y Gretel o las flores de Alicia en el País de las Maravillas… En su acceso principal, la fachada de un impresionante castillo de hadas se encarga de darte la bienvenida.
¡Qué mejor propuesta que entrar a pasear en el mundo de los cuentos que a través de un castillo encantado!
El centro histórico y el patrimonio arquitectónico
Para los forasteros, el centro histórico de Malgrat de Mar es quizás la zona menos conocida de la población, debido a su fama de “sol y playa”, por lo que te va a sorprender gratamente dar un paseo y descubrir los edificios patrimoniales más emblemáticos de la población.
La Parroquia de Sant Nicolau
Conocida como la “Catedral de la Costa” por sus dimensiones, es un templo de estilo neoclásico construido a mediados del siglo XVIII, y dedicado a Sant Nicolau de Bari, patrón de Malgrat de Mar.
Según parece, Vilanova de Palafolls dependió de la parroquia de Palafolls hasta el siglo XVI, cuando el obispo de Girona le otorgó la independencia. En ese momento se construyó una primera iglesia, bajo la advocación de Sant Antoni Abat, que vino a sustituir a una capilla primitiva que había servido, hasta entonces, de lugar de culto para los feligreses.
El paso del tiempo, la precariedad de la construcción y el crecimiento del número de habitantes motivaron que el edificio se degradase y quedase pequeño, por lo que hubo la necesidad de construir uno nuevo.
Gracias a las aportaciones económicas de Agustí Gibert Xurrich (un rico comerciante nacido en Malgrat de Mar, pero vecino de Barcelona), el 18 de octubre de 1761 se colocó la primera piedra del templo actual, que por sus dimensiones acabaría recibiendo el apelativo popular de “catedral de la costa”.
De hecho sorprende encontrarte una construcción tan grande en un pueblo de las dimensiones de Malgrat de Mar.
Dicen los entendidos que el estilo de la construcción sigue la línea de la iglesia de Il Gesú de Roma, edificio que marcó la manera de construir durante la época moderna.
Edificio amplio y alto, de una sola nave, con fácil visibilidad del altar, tiene una decoración interior muy austera, ya que en el diseño se priorizó la utilidad del espacio.
Como curiosidad, la escultura de San Nicolás que hay en la hornacina de la fachada principal se colocó en 1961, coincidiendo con la celebración del 200º aniversario de la colocación de la primera piedra del edificio actual.
Iglesia de Sant Nicolau, conocida popularmente como “la catedral del Maresme” por sus dimensiones
La Casa de la Vila
Como ocurre en otras poblaciones del Maresme, también en Malgrat de Mar se conservan diferentes construcciones de estilo modernista, la mayoría de ellas construidas por encargo de industriales nacidos en la población. Uno de estos edificios modernistas es el del ayuntamiento de la población, pero que ya se mandó construir para desarrollar su función consistorial.
Inaugurado el 15 de agosto de 1913, en la fachada todavía se conservan diferentes elementos ornamentales característicos del modernismo, mientras que el interior está completamente remodelado. En el libro “La Vila de Malgrat i sos contorns”, se menciona el salón de sesiones como uno de los espacios interiores notables.
Les Peixateries Velles
Otro lugar patrimonial interesante está relacionado con el comercio. Aunque a día de hoy, el mercado de abastos de Malgrat de Mar está en un edificio cubierto, a finales del siglo XIX se celebraba en un espacio abierto, donde había algunos elementos fijos.
De esos elementos, todavía se conserva la piedra en la que se exponía el pescado que estaba a la venta, situado justo enfrente de la fachada lateral del edificio del ayuntamiento.
Can Clapers o La Cooperativa
Can Clapers es uno de los edificios más antiguos de Malgrat de Mar, en el que las últimas restauraciones han dejado al descubierto diferentes restos arqueológicos. Originalmente fue residencia de la familia noble dels Clapers (o Desclapers), que le da nombre.
Antigua casa de Can Clapers, reconvertida en biblioteca municipal
Esta casa señorial del siglo XVI, de aspecto fortificado, destaca especialmente por las garitas de las esquinas superiores y el escudo de armas sobre la puerta de entrada.
A lo largo de su historia ha desempeñado diferentes funciones, tales como: hospital de sangre en el siglo XVIII, casino en el siglo XIX o cooperativa obrera de consumo durante el XX.
Actualmente es la sede de la biblioteca municipal de la población, conocida como “La Cooperativa”.
La Torre de la Viuda de Can Sala
También llamada Torre d’en Riera, la Torre de la Viuda de Can Sala es quizás el edificio modernista más emblemático de todos los que se conservan en Malgrat de Mar, además de estar catalogado como bien cultural de interés local.
Especialmente interesante por la riqueza de los ornamentos exteriores, destacan los trabajos en forja de las barandillas onduladas, los de piedra tallada y el trencadís de cerámica, como el que reviste el torreón que la corona en la esquina.
Data del 1909 y es obra del arquitecto Esteve Rocafort i Carreras, edificio que construyó por encargo de Damià Garriga i Rabassa, para su hija Josefa Garriga i Anglada, quien sería la viuda de Can Sala.
Hoy en día el edificio es la sede del archivo municipal, y destaca por la construcción anexa, en forma de cubo, que se le añadió en la remodelación que realizó el arquitecto Xavier Guitart.
Fachada interior de la Casa de la Viuda de Can Sala, actual archivo municipal
La Torre de Ca l’Arnau
Es otro de los edificios modernistas que todavía se conservan en el centro histórico de Malgrat de Mar, obra del arquitecto municipal de Badalona Joan Amigó i Barriga.
La mandó construir en 1914 Joan Arnau Majoral para convertirla en su casa particular, de ahí el nombre de la torre. No obstante, históricamente se había conocido como la Casa del Sant Crist, ya que según la tradición en su interior se encontró la imagen del Sant Crist que había en la parroquia.
Del edificio destaca el porche esquinero, sostenido por columnas decoradas con ornamentos florales de piedra y esgrafiados, bajo la cubierta. Entre los detalles decorativos también se incluyen trabajos de forja y cerámica vidriada, característicos del modernismo.
Es la sede principal de la oficina de Turisme de Malgrat.
El antiguo hospital
El recorrido por el patrimonio arquitectónico de Malgrat de Mar no puede dejar de incluir el antiguo hospital para los pobres, que es otro de los edificios más antiguos de la población. Según nos explican, se construyó en 1441 con los bienes que Hug Descolomer legó para tal fin.
El edificio tiene adosada una capilla, que tuvo un papel muy destacado como lugar de culto durante una de las guerras carlistas del XIX, pero que actualmente está desacralizada y se usa para la celebración de actos culturales, como exposiciones o conferencias.
Can Cardona
Y acabamos frente a otra casa de estilo modernista, destacada por ser donde residió la familia Félix Cardona Puig, explorador de la sabana venezolana. Conserva su estructura original, con elementos típicos modernistas como el suelo hidráulico y las molduras de piedra.
De propiedad privada, se puede alquilar en su totalidad como alojamiento turístico o espacio para eventos.
Gastronomia de Malgrat de Mar
Como hemos comentado entre los productos típicos de Malgrat de Mar está la escarola y les mongetes del ganxet, de ahí que degustar los platos de cuina de la terra sea un verdadero must. Y, por supuesto, su proximidad al mar hace que también sea interesante su oferta en pescados y marisco.
En este buscador de Malgrat Turisme puedes acceder a la variada oferta de restauración.
Una buena alternativa para disfrutar de su gastronomía es acudir a visitar la población coincidiendo con alguna de las jornadas gastronómicas que se organizan desde el Consorcio de Promoción Turística Costa Barcelona-Maresme, en las que siguiendo un hilo argumental, los restaurantes de la comarca apuestan por ofrecer diferentes menús temáticos y especiales, diseñados a partir de un determinado producto de temporada.
Póster de las Jornadas Gastronòmiques de la Maduixa 2018
Cultura popular
Y para finalizar nuestro recorrido patrimonial y cultural por Malgrat de Mar, una breve mención a algunas de sus tradiciones culturales más populares.
Festes majors
Como la mayoría de las poblaciones catalanas, Malgrat de Mar también celebra dos fiestas mayores: una en verano y otra en invierno.
La fiesta mayor de verano, con sus orígenes en un voto de la población a causa de la epidemia de peste de 1651, se celebra en torno al 16 de agosto, festividad de Sant Roc.
La fiesta mayor de invierno tiene lugar el 6 de diciembre, festividad de Sant Nicolau, patrón de la población.
Vestidos tradicionales catalanes
Castellers de l’Alt Maresme
Otra tradición intrínseca en la cultura popular catalana son las colles de castellers, así como las agrupaciones culturales que se encargan de llevar a cabo actuaciones festivas originadas en los entremeses del Corpus medieval, como son las colles de geganters o de diables.
Aunque en Malgrat de Mar no tienen colla de castellers propia, desde 2013 participan en la dels Castellers de l’Alt Maresme, que representan a seis poblaciones de esa parte de la provincia de Barcelona, como son: Calella, Pineda, Santa Susanna, Palafolls y Tordera, además de Malgrat de Mar. Se conocen popularmente como els Maduixots (los fresones), y la camisa (como no podía ser de otro modo) es del mismo color rojo que les maduixes (fresas).
Gegants y diables
Cuentan con dos parejas de gegants. Una de ellas la forman en Bernat y l’Eulàlia, y la otra está formada por en Nicolau y la Rita. También tienen una pareja de gegantons (gigantes más pequeños de tamaño), que son l’Ernest y en Pilonet, nombre que recibe en honor a uno de los elementos más conocidos de Malgrat de Mar como es la Pilona de la platja de l’Astillero.
Y por último, mencionar els ratpenats infernals, la agrupación de diables propia de allá, encargada de organizar els correfocs de las dos fiestas mayores de la población.
Para ampliar la información sobre la cultura popular.
Malgrat de Mar
Oficina de turisme
www.turismemalgrat.com
Monumento a la Sardana, baile tradicional de largo arraigo en Malgrat de Mar
Vista panorámica de la “catedral del Maresme”
Parc del Castell
La Torre de la Viuda de Can Sala junto al edificio moderno anexado en la remodelación realizada por Xavier Guitart
La Barretina es uno de los bares tradicionales del centro histórico
Este post forma parte de una serie de artículos relacionados con: ¿Qué tal un poco de Costa Barcelona?
#malgratturisme #turismemalgrat #malgratdemar #costabarcelonaweek #bcnmoltmés #bcnmuchomás #bcnmuchmore