Revista Cultura y Ocio

Un plan sangriento. Graham Macrae Burnet

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Un plan sangriento. Graham Macrae Burnet
     "Escribo esto a instancias de mi abogado, el señor Andrew Sinclair, quien, desde que me encarcelaron aquí, en Inverness, me ha tratado con un grado de cortesía que no merezco en modo alguno. Mi vida ha ido breve y de escasa consecuencia, y no es mi deseo eximirme de la responsabilidad de los actos que recientemente he cometido. Así pues, no es por otra razón que la de corresponder la amabilidad de mi abogado que consigno estas palabras por escrito".
     El true crime está en alza desde hace tiempo, y me apetecía leer unos cuantos libros que se incluyeran en esa etiqueta. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Un plan sangriento.
     Conocemos a Roderick Macrae, de 17 años y arrestado por triple asesinato en su localidad natal, Culduie. Corre el año 1869 y Roderick además de aparecer lleno de sangre, se ha declarado culpable del triple crimen. Será su propio abogado quien se empeñe en tener un relato más completo de lo sucedido.
   
     De la moda de la novela negra hemos pasado a la moda del true crime gracias, al menos en un mínimo %, al morbo de nuestra sociedad y a la proliferación de series true crime en determinadas plataformas digitales. Así concebida una novela, es bastante habitual que el lector ya conozca al culpable en las primeras páginas, o incluso antes y sea ese el motivo por el que le ha interesado el libro. Las motivaciones para leer este tipo de novelas son, por lo tanto, diferentes a las de la novela negra. Y una de ellas es por qué el autor ha tenido ese interés en particular. Bien, en este caso, el autor es descendiente del protagonista y ha decidido recopilar pruebas, entrevistas y todo el material posible sobre lo sucedido, incluida la declaración de Roderick.
     La novela comienza de forma lenta con una serie de declaraciones que parecen más enfocadas a ambientar que a aportar grandes contribuciones a la trama, por lo que recomendaría a quienes se animaran que no juzgaran el libro por sus primeras páginas y le dieran la oportunidad de llegar a las palabras de Roderick. Así vamos descubriendo que Roderick es inteligente y bastante tímido, al que añadiremos el término rarito a medida que vayamos viéndolo desde perspectivas diferentes a la suya propia, que vive en un pueblo mínimo en el que, además, se hacen diferencias en función del lugar.  Roderick se ha quedado sin madre y  ahora serán su padre y él los encargados de llevar la granja. El padre es, como suele ser habitual en estos casos, una joya. Los problemas comienzan cuando se nombra agente a Lachlan, quien ya había tenido un enfrentamiento con el padre de Roderick hace tiempo y que el lector descubre como un personaje al que es fácil coger manía. De hecho llegamos a simpatizar con Roderick simplemente porque sabemos que Lachlan es una de las víctimas, sobre todo cuando vemos el acoso al que somete a los miembros de la familia de Roderick. Sin embargo, y pese a que he afirmado que esta es una de sus víctimas, no hay que perder de vista que fueron tres y no solo uno. Y si digo esto es porque en un libro de este estilo es fácil olvidar determinadas cosas como que, por ejemplo, el acusado no parece el mismo cuando es él quien habla a cuando son otras las personas que se dedican a dibujarlo.
     Supongo que ha pasado tanto tiempo que es casi imposible hacer una reconstrucción certera, pero es precisamente ese el punto fuerte de Un plan sangriento. Si no hubiera contradicciones, si no tuviéramos pequeñas fisuras que limar, no sería creíble que estuviéramos ante un caso real y es que, no nos engañemos, las únicas tramas criminales en las que no queda un solo agujero, es en aquellas que son ficción. Eso unido a que aquí lo que se cuestiona son los motivos, pero en ningún caso la autoría.
    Graham Macrae realiza un gran trabajo a la hora de compilar y presentar documentos, y también a la de mantenerse al margen de la historia. Hay que destacar las descripciones locales, los modos de vida y las disgresiones sobre temas como la culpa, la locura o la capacidad que se ven mostradas a lo largo del libro. Personalmente me llamó la atención el tema de las algas, pero porque es algo que en el lugar en el que resido se sigue haciendo. Y también lo hizo la veracidad que todos esos detalles otorgaban a la lectura que tenía entre manos, incluídas las opiniones sobre lo "leído" que era el joven cuyas memorias se encontraban allí.
     Un plan sangriento me ha parecido magnífica en su segunda parte y más que acertada en cuanto a su concepción. Un libro que se aleja de las frases vertiginosas que promocionan a la novela negra contemporánea y que busca más la construcción del lugar y del personaje que la de los hechos concretos. Me ha gustado. Lo he disfrutado más que muchas de esas novelas adictivas que vemos en el mercado.
     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
     Gracias.

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