‘Un poquito de por favor’

Zapatero, según Forges, hoy en El País

Es agosto, pero este año no habrá vacaciones. Al menos, no por ahora para José Luis Rodríguez Zapatero. Retrasadas, quizá anuladas, ante el renovado ataque de los mercados a la deuda española y el aumento de la prima de riesgo a 400 puntos. 400. Los mercados han decidido pasar sus vacaciones low cost reventando precios por el Mediterráneo de borrachera en borrachera hasta que salga el sol. Sol. La embriaguez no es buena compañera de la cordura y la sensatez y los mercados están muy borrachos. La resaca, cuando abren las bolsas, es cada día más difícil de llevar.

Con “un poquito de por favor”, el portero de una delirante comunidad de vecinos pedía serenidad a los estrambóticos vecinos de una comunidad no menos loca cuando el presidente se veía superado por las circunstancias. Al igual que en aquella serie coral, falta la figura (que bien podría ser cualquiera) que pare máquinas, exija esa necesaria sensatez y que anime a cada vecino a buscar soluciones globales en beneficio de todos.

Es agosto. Un poquito de por favor en este verano extraño, tan frío. Presiento que son también los mercados los que andan trasteando con el clima global y las cosechas. También con las vacaciones de Zapatero y el ánimo de todos. Es la de Zapatero una decisión decimonónica: ahora la nube permite el don de la ubicuidad, estar en contacto directo con quien se quiera, ya sea el mismísimo Obama o la todopoderosa Merkel. Si ni él se va de vacaciones, que gozará de la pensión máxima vitalicia a partir de noviembre, ¿quién lo va a hacer? ¿el trabajador que aún queda, pero que no descarta que en septiembre su empresa decida prescindir de él? ¿Reaccionarán los mercados a ese gesto abnegado propio de un gentleman del XIX? Un poquito de por favor, que estamos en vacaciones.