Leemos a Fernando Domecq, propietario de Zalduendo, en Sevilla Taurina, tras la canallada zalduendista, echar mano a la diarrea para justificarse:
"en la semana previa a la corrida de Sevilla sufrimos en la ganadería una infección digestiva e intestinal, y los toros para Sevilla perdieron más de 20 kilos, lo que lógicamente afectó a su fortaleza, mostrándose débiles en el ruedo. Se podía ver perfectamente en la plaza que estaban escurridos de atrás. Estamos investigando qué ha producido la infección, pero esa es la realidad. Y cuando las cosas salen mal, salen mal. No hay otras justificaciones y sólo queda pedir perdón a Sevilla por lo sucedido"Luego, pasó lo que pasó: los bailes de corrales, los sobreros del Puerto de Santa María para Sevilla, los titulares derrumbarse y la Fiesta, por los suelos.
...a estas alturas de temporada, mandan las circunstancias más que el propio ganadero. Varios toros de los que tenían que haber ido a Madrid ayer, no fueron finalmente. Ha habido tres o cuatro bajas, uno cojeaba, otro tenia una falla en un pitón...Total, que termina mandando lo que todos vimos salir por chiqueros, ratitas indecentes, que casi convierten al aficionado venteño en una especie de pederasta taurino: pagando por ver toros con el guarismo 7 pasearse por el ruedo.¿No hay una pizca de vergüenza? ¿Se duerme bien con la conciencia echa orines? ¿Qué interesa? ¿El toro, el dinero o el aficionado?No creo que les fuera tan difícil, a los señores Fraile y Domecq, descolgar el teléfono, piticlinear a la empresa y decir: sintiéndolo mucho no tengo toros para su plaza, se me han estropeado los que había reseñados y no es cabal engañar al aficionado y poner en entredicho el nombre de mi linaje ganadero por cuatro perras. Vayánse ustedes al campo a la ganadería de algún compañero y elijan el ganado que deje a todos tan contentos y no ponga a esta Fiesta que tanto amamos en el candelero de la vergüenza.Pues no. Para Sevilla, diarrea. Para Madrid, jovencitos. Para los ganaderos, billetes calentitos.
Tema aparte, son las declaraciones de Justo Hernández, representante de Garcigrande, llamando tonto del pueblo al presidente de Úbeda, por no indultar un torete de su ganadería. No contento con eso, se permite el lujo de aconsejar en Mundotoro, lo que hay que hacer con presidentes así: eliminarlos...Pasan dos días, los medios claman justicia por la hecatombe que se ha formado por la muerte de un toro que se ganó la vida en la plaza, por la falta de sensibilidad y chulería de un presidente con afán de protagonismo y blá, blá, blá... ¿Adivinan de que ganadería era el novillo que indultó Talavante de manera antirreglamentaria en el Festival de Alquerias del Niño Perdido?..Tachaaaaaaán.! Correcto. De Garcigrande... Sobran las palabras.