Pues eso, que sigo con el tema. Montreal tiene fama de ciudad tolerante y animada culturalmente, y es verdad que hay bastantes sitios nocturnos. En uno de estos bares coincidimos con Benicio del Toro (lo siento, no soy de las que se hacen la foto) que hablaba en francés a la camarera y que dejó una propina bastante enorme.
Volviendo a la cuestión, aunque posiblemente cualquier calle del centro de Madrid tenga más bares que todo el “Mont-Royal” que es la zona nocturna de aquí, les tendré que dar la razón a los canadienses en que comparado con Suiza es menos deprimente. Lo de ciudad tolerante, en América del Norte se dice que Montreal es más bien “europea”. Dicho por quién lo dice, esto no quiere decir más cosa que los bares abren hasta las 3 de la mañana, los gays no son perseguidos públicamente, es normal que la gente tenga pasaporte y posiblemente la asociación del rifle tenga menos simpatizantes que en otros puntos del continente.
También hay bastantes grafitis, algunos bonitos y otros no tanto.
Tenía que poneros una foto de la poutine, que es la comida más conocida de Quebec. Son patatas fritas, con una salsa que sabe a caldo de carne y queso cheddar. A veces también con champiñones como en este caso. Ni dandole una segunda oportunidad estaba buena, a la vista parece que son como patatas bravas, pero luego están bastante blandurrias.
El circuito Gilles Villeneuve, que cuando no hay carreras de NASCAR se puede visitar a pie o en bici
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