Hoy quiero hablaros de un premio muy especial, el mayor de los premios y no me refiero al cubo rojo que recibí el pasado viernes en Marbella y que me otorgó la Asociación de Empresarias, Emprendoras y Mujeres Profesionales de Marbella, Estepona y Campo de Gibraltar, y eso que me hizo muchísima ilusión.
El premio especial al que me refiero es esa sensación indescriptible de sentirte arropada, querida, comprendida, empoderada, ilusionada y feliz, esa sensación de volver la vista atrás y ver el largo camino recorrido y mirar hacia adelante y ver un poco más cerca el objetivo que tuve que marcarme hace dos años cuando Tictacseo comenzaba como una alternativa al desempleo para una mujer de 43 años.
No hay mayor premio que aprender del saber estar de Myriam Herrera y esa forma exquisita y delicada de tratar todo, con esos ojazos llenos de expresividad que hace que cualquiera que esté cerca reposte ilusión y energía, o como los sigilosos pasos de Rosa Garzón, siempre pendiente del más mínimo detalle para que a la hora de la verdad salga todo perfecto, la timidez de Angelique y su capacidad de observación y creatividad, el caudal y torbellino de Maribel, la diplomacia y capacidad de gestión vestida de “Rosa Pink” de mi queridísima Rosa Oliva, los consejos de Gema Campos y Pilar Félix, los maravillosos masajes cuando estoy estresada del equipo de Loida y su atención casi instantanea, los roll ups que María José de Moaltri me hace siempre casi de un día para otro, los whatsapp de Marian, mi amiga joyera, ese abrazo especial de Inma que viene cargado de luna cada vez que me ve, la fuerza y disposición de Mariola que huele a rica cocina, la inteligencia y juventud de Luisa (la mejor asesora financiera que he conocido), la sonrisa y la entrega de María Jose de Talleres Empremar y Patricia Rincón, mis conversaciones favorita con Nuria, nuestra ex tesorera, esas compañeras que igual que yo han tenido que renacer de sus cenizas y ahora están embarcadas en nuevos proyectos, todas las que me habéis acompañado en cada uno de los talleres que he organizado, os conociera o no, dándome una oportunidad importantísima en cada uno de ellos de conoceros mejor y poder aportaros algo, pero sobre todo, y en palabras de Myriam, he aprendido que estar en una red de mujeres como la que pertenezco, significa hacer negocios de otra manera, significa trabajar con sello femenino y sentirme orgullosa de ser mujer.
Por todo esto, ese cubo que representa el premio “Mejor Taller del año”, está lleno de pelotas grandes, medianas, pequeñas, granitos de arena, como aquella clase magistral que ese profesor universitario dio una vez, al final, las bolas grandes, son lo verdaderamente importante, y lo verdaderamente importante, queridas compañeras sois todas y cada una de vosotras, las que he nombrado y las que no, a las que conozco y a las que iré conociendo, porque para mí estar en REM es como estar en familia, y en las familias estamos para ayudarnos. ¡Gracias por adoptarme!
Anuncios &b; &b;