Hoy veía perplejo en TVE el documental sobre una iniciativa artística titulada Proyecto Ibarrola en Garoza, llevada a cabo en el municipio de Muñogalindo (Ávila) en colaboración con el pintor y escultor vasco Agustín Ibarrola. Según palabras textuales del proyecto se trata de "desarrollar un tratamiento integral del paisaje de la dehesa, estableciendo un diálogo íntimo y profundo entre su leguaje pictórico de vanguardia y la piedra berroqueña, las encinas, la luz y la historia del lugar." Este "tratamiento" consiste en pintar 115 piedras de grandes dimensiones, además de muchas encinas de sus bosques, con los colores y el arte de este artista. Y todo ello con la finalidad, entre otras lindezas artísticas, de promover el turismo.
No voy a discutir la calidad artística que este artista pueda tener, no sería aceptable ni que lo hubiera pintado Picasso, Miró o el propio Gaudí, que se había inspirado en la naturaleza como tantos artistas pero no la desnaturalizaba. Francamente me parece una barbaridad pintar y alterar la naturaleza, ya que sin duda es suficientemente atractiva por si misma para que la huella del ser humano- impresa ya por todas partes- se dedique a trastocarla aun más. Porque la naturaleza es patrimonio de todos y hay que preservarla y respetarla tal como es, tal como nos la dejaron nuestros antepasados.
Y lo peor de todo es que esta performance es un mal ejemplo pues podría alentar a los grafiteros, que ya han dejado las calles, el entorno y mobiliario urbano y las rocas de las playas hechas un asco, a pintarrajear, con esos aerosoles que apenas les cuestan cinco euros, todos nuestros bosques. Y paradójicamente, según nos informa la web del proyecto, "en sintonía con el resto de las actuaciones, el edificio - se refiere al punto de información- busca integrarse en la dehesa y generar el mínimo impacto físico y visual sobre ella, alterando lo mínimo posible su estado original y conservando su carácter de dehesa ganadera". Pues lamento tener que decirles que con esta pintada ya han causado un impacto físico y visual y han alterado su estado original.
En fin, un proyecto artístico discutible que sirve para reflexionar sobre este tipo de iniciativas vanguardistas y percatarse de cómo y hacia donde se encamina el arte para buscar notoriedad.