Toda España anda preocupadísima porque ya no se puede ir a 120. Parece un problema capital, de los grandes, de esos que son irrecuperables por muchos años que pasen. La brecha ya es insalvable. Y eso posiblemente fue lo que pensara Jordi Évole, más conocido por todos como el ‘Follonero’, al llevar a cabo el ‘Salvados‘ que ayer emitió ‘La Sexta‘.
Otra vez erre que erre con la Memoria Histórica. Qúe pesados estos rojos, pensarán algunos. Pero no es así. El ‘Follonero’ se encargó de mostrar ayer esa cara que nunca vemos en los discursos políticos vacíos de unos y de otros. La cara de esos nietos y bis-nietos que no conocieron a sus familiares pero que piensan que le deben un respeto a su memoria. Gente que no busca reabrir heridas, simplemente intenta cicatrizar las que aún siguen abiertas entre los suyos.
Évole también demostró que es imposible dejar atrás todo lo sucedido hasta que no haya igual reconocimiento a todos, independientemente de vencedores o vencidos. Está claro que mientras alguien luche por enterrar a sus muertos de una forma digna no se podrá avanzar. Lo que yo no tengo claro ni comprendo es que exista gente que se oponga rotundamente a ello.
No sé como podría explicarle el señor Mariano Rajoy a un nieto que no conoció a su abuelo que no merece tenerlo enterrado en un lugar digno y si en una fosa común. Porque para el líder del PP “abrir heridas del pasado no conducen a nada”. Él afirma que ningún familiar suyo tiene nada que ver con el franquismo. Yo me alegro. Pero que mira hacia el futuro. También se nota que ningún familiar suyo fue fusilado y enterrado de mala manera, como un perro. Me alegro de que no haya tenido que pasar por ello.
Por otra parte recordarle al PSOE que cuando aprobó esta Ley, imagino, que lo haría con la intención de que fuera algo más que una pantomima para quedar bien con los que a día de hoy se sienten muy agraviados por lo que sucedió en aquel entonces y con los sectores más progresistas de este país. No vale abandonar a los familiares de las víctimas. No vale darles permiso y después decirles que se busquen la vida. No vale.
Me quedo con la frase de Santiago Carrillo con la que finalizó el programa: “las cosas que no se recuerdan se repiten”.