Durante una reciente salida a ver aves en Sant Feliu de Guíxols con David Perpiñán, tuve la suerte de observar por primera vez al roquero solitario (Monticola solitarius). Este avistamiento, enmarcado en una jornada de prospección de aves para un reportaje de Concolormedia, fue una grata sorpresa. David lo detectó primero, señalando hacia una figura estilizada posada sobre las rocas, con el mar como fondo. Se trataba de un ejemplar, probablemente un macho adulto, que lucía un plumaje azul grisáceo perfectamente integrado con las rocas.
Aunque el roquero solitario suele habitar paisajes montañosos y terrenos pedregosos del interior, también puede encontrarse en hábitats costeros durante el invierno. Este desplazamiento hacia áreas más bajas y templadas permite observarlo en la costa mediterránea, donde se convierte en un visitante ocasional que añade valor al entorno natural.
Este encuentro en la costa catalana se suma a esos momentos únicos que ofrece la naturaleza, dejando un grato recuerdo de la jornada.
Roquero solitario. Monticola solitarius. Merla brava. Blue Rock Thrush
La imagen capturada muestra la esencia de este ave: una figura solitaria y entre la roca.
Todas las imágenes del día 4.XII.2024 en Sant Feliu de Guíxols. Baix Empordà. Girona.