Revista Ciencia

Un toro, dos toros, tres toros… clonado

Por Jal

Aunque todos seguimos acordándonos, cariñosamente por supuesto, de aquella ovejita clonada, Dolly, que nació de una célula de la ubre de su madre y que nunca se supo si tenía su edad biológica o la suma de la suya más la de la progenitora, la verdad es que a lo largo de esta última década, otros muchos animales han pasado por la técnica de la transferencia nuclear; por la clonación: perros, lobos, ratones, ratas, cerdos o monos, entre otros. Pues ahora, además, a esta granja feliz, hay que sumarle un nuevo producto que, para más datos, es típicamente español: el toro de lidia

Toro Clonado (Entre Probetas)

 Estamos acostumbrados a ver toros de lidia por todas nuestras principales carreteras. Durante más de 50 años, sombras negras majestuosas simbolizaron, además de una marca de bebida, un símbolo nacional. Ahora, además, mediante la biotecnología más puntera, representarán nuestro propio mamífero clonado.

Clonan un toro de lidia

Clonan un toro de lidia

Se llama Got, vaso en valenciano, pesó 25 kilos, negro como la noche y nació por parto natural tras nueve meses y medio. Nació en una finca de Palencia y probablemente se trate del primer todo bravo clonado del mundo, según apuntan desde la Fundación Valenciana de Investigación Veterinaria, autora del éxito.

El nacimiento de este toro, que podría tener un hermano en breve, se realizó mediante la conocida transferencia nuclear consistente en insertar el núcleo de una célula del padre, un semental conocido, en el citoplasma de una vaca de matadero y, finalmente, la implantación del conjunto en el útero de una vaca frisona. El logro fue fruto de tres años de trabajo dirigido por Vicente Torrent, con la colaboración, entre otros, del científico serbio Miodrag Stojkovic, uno de los principales científicos del mundo en la manipulación de embriones y obtención de sus células madre.

La idea final consistiría en garantizar la posible recuperación de especies en peligro de extinción aunque, según señaló uno de los investigadores, sería curioso ver una corrida de toros donde la única variable posible fuera la destreza del torero. ¿Se imagina?


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