A todos los padres nos encanta vestir de caseros a nuestros hijos por estas fechas, con sus trajes típicos, chalecos de borreguito y bastones de madera, y a ellas, con sus faldas y pañuelos a la cabeza, como es tradición hacerlo en País Vasco y Navarra en Nochebuena. Este año me he empeñado en vestir a la pequeña también, aunque sea sólo para una foto y para acompañar a su hermano en la fiesta del colegio de Navidad, así que me puse a buscar por las tiendas de Pamplona un traje de casera de talla bebé.
Haberlo, lo hay (talla 0), pero es bastante caro para usarlo tan sólo unas horas. Merece más la pena comprar ya la talla de 1 año, que ya de por sí es más grande y que generalmente sirve a las niñas hasta los 3 años, más o menos. Pero para bebés más pequeños, como la mía, que entonces tendrá casi cuatro meses, no me iba a valer.
Así que decidí esperar al año que viene para comprar uno de esa talla y amortizarlo los años siguientes, pero hacer algo yo misma para estas Navidades. Pensé en hacer una falda sencilla, pero a pesar de ser mi primer proyecto de costura, terminé animándome a hacerle algo más. Busqué una tela bonita y me puse a cortar y coser para confeccionar para la pequeña una falda y pañuelo a conjunto como en el traje típico.
La falda es un trozo de tela rectangular (mide dos o tres veces más que la cintura del bebé, para que quede fruncida y con vuelo) con una goma. En el dobladillo, le cosí a máquina (mi primera vez con la máquina) una puntilla pequeña blanca, aunque bien habría valido también una tira de otra tela a juego. Después, me animé a preparar un delantal sencillo con una tela a conjunto y lisa, que se ata atrás con un corchete para que no le moleste al bebé, y que fue lo que me dio más quebraderos de cabeza. En vez de blusa o camisa, he aprovechado una chaqueta de punto de color blanca, aunque también habría servido un body bonito. Y así de guapa está la pequeña.
El pañuelo es un cuadrado de tela doblado en diagonal y cosido por sus lados formando un triángulo. La verdad es que es bastante complicado ponérselo a un bebé que está todo el rato tumbado o en brazos, pero vale para la foto 😉 Después se me ocurrió que era mejor idea coserle una goma a la tela para hacer una cinta de pelo, pero esto ya para otro año.
Hacer el vestido de casera es peccata minuta comparado con lo que viene ahora: vestirles a los dos y conseguir que salgan bien a la vez en una foto para felicitar las Navidades a la familia.
¿Te gusta el resultado? ¿Cómo vestiste a tu casera cuando tenía pocos meses?