Revista Cine

Un tranvía llamado deseo

Publicado el 04 mayo 2011 por Monotematicosfm @curnom
Un tranvía llamado deseo
Un tranvía llamado deseo (1951) es la adaptación cinematográfica de la obra de teatro homónima de Tennessee Williams. En este film dirigido por Elia Kazan se nos cuenta la historia de Blanche DuBois (Vivien Leigh), que llega a Nueva Orleans a pasar una temporada en casa de su hermana Estela (Kim Hunter), que está casada con el rudo Stanley Kowalski (Marlon Brando). El centro de esta historia son las relaciones que se establecen entre los personajes, principalmente entre Blanche y Stanley, y como esta cae en la locura más absoluta debido al terrible trato que le da el personaje interpretado por Marlon Brando.
La película en ningún momento pierde su origen teatral (el propio Tennessee Williams escribe el guión), prácticamente el 100% de la historia se desarrolla en la casa de Estela y Stanley. El mayor peso de la película recae sobre las actuaciones, toda la historia la conforman continuamente diálogos que nos hacen ver la relación que se establecen entre los protagonistas. Los personajes están perfectamente estructurados y definidos, principalmente los dos principales, que son Blanche y Stanley.
Vivien Leigh encarga a Blanche DuBois, una mujer presumida y desequilibrada mentalmente que esconde un oscuro pasado. Conforme se desarrolla el film descubrimos que, tras la apariencia de mujer de moral estricta, se esconde una mujer manipuladora que utiliza a los hombres para sus propios intereses, esto queda plasmado en la famosa frase final “siempre he dependido de la hospitalidad de los desconocidos”. Blanche es un personaje complejo que está tremendamente afectado por un trauma de juventud: por su culpa su primer amor se suicidó de un tiro en la cabeza. Tras esto es incapaz de sentir realmente atracción por un hombre, y lo que va es saltando de uno a otro, utilizando sus encantos para engatusarlos. Blanche es una persona desequilibrada mentalmente, que se cree tremendamente popular entre los hombres y que se miente a sí misma para poder subir su propio ego que tiene por los suelos.
Y el personaje que se encarga de conseguir desestabilizar del todo la vida de Blanche es Stanley Kowalski. Stanley es el atractivo y violento marido de Estela, que no soporta que nadie le dé órdenes, y cuando llega a su casa la remilgada Blanche es incapaz de soportarla. Da verdadero gusto ver a Marlon Brando actuar de joven, cuando aún no se ha convertido en un ser egoísta sin amor por el cine. No hay duda de que es uno de los más grandes actores de la historia del cine y que tiene un don para la interpretación, es espontáneo, no es que actúe bien, es que ni te planteas que esté interpretando. Claro está no podía haber un actor que encarnase mejor al terrible Stanley, Brando consigue darle las pequeñas dosis de atractivo que tiene el personaje y las grandes dosis de violencia en impetuosidad.
Es curioso como no hay ningún personaje que realmente termine de resultar agradable para el público. Estela es una conformista que acepta casi sin rechistar todo lo que le dice su marido. Stanley, por supuesto, es un personaje terrible y odioso. Pero es que la protagonista, Blanche, tampoco se salva. Es una persona remilgada y arrogante que en ocasiones resulta lamentable, pero en la mayoría de las ocasiones no es más que insoportable. Posiblemente el personaje que nos puede resultar más simpático es Mitch (Karl Malden), pero cuando se sobrepasa con Blanche termina por resultarnos tan turbio como los otros.
Este film no se anda en ningún momento con medias tintas, es duro, impactante, descarnado, sin concesiones. La fotografía en blanco y negro refuerza aún más todo esto, y las interpretaciones son consistentes e inolvidables. No es de sorprender que en la ceremonia de los Oscars arrasara en las categorías de actuación: mejor actriz principal para Vivien Leigh, mejor actriz secundaria Kim Hunter y actor secundario Karl Malden. Brando se quedó sin su estatuilla, ya que se la arrebató Humphrey Bogart por La reina de África. Un tranvía llamado deseo

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