Revista Salud y Bienestar

Un tratamiento insuficiente de los ritmos cardiacos anormales pone en peligro la vida de los pacientes

Por Fat

La vida de miles de pacientes con fibrilación auricular (FA) podría correr peligro debido a diagnósticos deficientes, al incumplimiento de las pautas terapéuticas y a la falta de información de calidad para los pacientes que padecen esta cardiopatía debilitante, según advierte un informe publicado hoy por la asociación AF AWARE. En este informe se explica que las deficiencias en el diagnóstico y tratamiento de la FA pueden aumentar el riesgo de hospitalizaciones, ictus y otras complicaciones cardiovasculares, con los consiguientes costes innecesarios para los pacientes y los sistemas sanitarios en Europa. Estos resultados llegan en el contexto de la reunión que los expertos celebrarán en Londres en el marco del congreso EuropeAF, donde se intercambiarán opiniones sobre cómo abordar de manera eficaz la FA. Estas conclusiones han dado pie a un llamado urgente de la asociación AF AWARE para que se mejore la situación en toda Europa.

Seis millones de personas en toda Europa padecen FA1, lo que convierte a esta enfermedad en la arritmia (alteración del ritmo cardiaco) más habitual. Aunque entre los síntomas más frecuentes se encuentran las palpitaciones, la dificultad para respirar y los mareos, algunos pacientes con FA no presentan ningún síntoma. La FA aumenta en cuatro o cinco veces el riesgo de que una persona sufra un ictus.]
En palabras del Catedrático Günter Breithardt, portavoz de la Federación Mundial del Corazón (World Heart Federation): En el informe, se revelan prácticas clínicas incoherentes, falta de recursos para los pacientes y carencia de estadísticas nacionales sobre la incidencia y prevalencia de la FA, lo que viene a confirmar las preocupaciones ante la posibilidad de que la FA pudiese estar enormemente infradiagnosticada. Todo ello puede impedir una planificación eficaz dentro de los sistemas sanitarios.
En el informe se indica que la FA puede costar a la Unión Europea unos 10.000 millones de euros anuales, según un cálculo francés que estima una media de 3.220 euros anuales de los costes sanitarios totales por cada paciente con FA. No obstante, estos costes podrían reducirse enormemente con el uso de herramientas de detección en los centros de atención primaria. Tal y como se apunta en un estudio del Reino Unido, la detección sistemática entre los pacientes de atención primaria podría costar alrededor de 200 libras esterlinas (unos 240 euros) por paciente, pero posiblemente supondría una reducción de los gastos, ya que así se evitaría una atención más costosa en el entorno hospitalario.
Este informe también trata los considerables costes relacionados con la pérdida de días laborales debidos a bajas por enfermedad, la reducción de productividad en el puesto de trabajo y la necesidad de jubilaciones anticipadas. En Italia y Alemania estos costes indirectos se han calculado en más de 3.000 euros al año por cada paciente con FA, mientras que en los Países Bajos, Grecia y Francia estos costes son de cientos de euros por cada paciente. El resultado es un aumento de la presión sobre las personas que sufren FA, sus cuidadores, las empresas para las que trabajan y los sistemas sanitarios y de seguridad social.
Como respuesta a este informe, la asociación AF AWARE, encabezada por la Federación Mundial del Corazón (World Heart Federation) y la Alianza Europea contra el Ictus (Stroke Alliance for Europe), exige la toma de medidas inmediatas en cuatro áreas:
1. Una mayor disponibilidad y utilización de los registros de enfermedades para obtener unas cifras más precisas de la prevalencia de la FA y valorar verdaderamente la carga que esta supone.
2. Un mayor número de herramientas educativas para interpretar y aplicar las pautas terapéuticas a las necesidades específicas de cada país.
3. Una valoración de las necesidades de formación de los médicos, las necesidades informativas de los pacientes y sus preferencias de tratamiento.
4. Material informativo de calidad dirigido a los pacientes para que estos se involucren activamente en las decisiones relacionadas con el tratamiento contando con el asesoramiento adecuado por parte de sus médicos.

, indicó el Dr. Markus Wagner, Presidente de la Alianza Europea contra el Ictus.
Las actividades del grupo AF AWARE cuentan con el apoyo de una beca educativa financiada por sanofi-aventis


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