Revista Arte

Un viaje por el auge y la caída de la civilización helénica

Por Lasnuevemusas @semanario9musas

Verano de 2019; fue una inesperada alegría la de recibir a varios viajeros de la Comunidad de Castilla y León y llevarlos por los caminos del enjambre cultural en la "encrucijada de Oriente": desde los tiempos de la Antigüedad helénica, hasta la Grecia de hoy en día, pasando por la Edad Media bizantina.

Profesores universitarios de Valladolid y agricultores de Ponferrada juntaron su entusiasmo latino con el nuestro -el tan insólito de las tierras griegas- y en 8 días recorrimos una importante parte del país de los héroes y de los dioses...

DÍA 1: ATENAS

De mediodía en el aeropuerto "Eleftherios Venizelos" de Atenas, esperando -con un cartel de bienvenida en una mano y un bocadillo en la otra- que el chárter desde Madrid aterrice.

Un día lleno (y una noche todavía más) están por delante, y nosotros estamos luchando en contra del mayor problema de la capital griega: el tráfico. Unas furtivas vistas hacia el único rascacielos de Atenas (¡el más... bajo del mundo!), los edificios neoclásicos de los hospitales (hoy anticuados, pero todavía de pie), y otros barrios residenciales, hasta llegar a nuestro hotel de 4 estrellas; la región que está a la derecha no se recomienda, por los leves peligros que acechan en la Plaza de la Concordia / Omonoia -nada que ver con su "hermana" de París...- (carteristas y otros rateros y adictos), mientras que su lado izquierdo nos ofrecerá más tarde unas visitas de ensueño por el Atenas del siglo XIX y del rey alemán.

La noche subsiste, y nuestro paseo a pie por el casco histórico de la capital griega comienza frente a la Casa de Troya: columnas con capiteles jónicos, techos arqueados con ninfas en colores pastel, y un jardín donde el tiempo ha convertido a los héroes divinos en estatuas... Hoy alberga el Museo Numismático; no olvidemos que el euro -esa unidad monetaria- heredó su nombre de Europa -la ninfa, a la que había secuestrado Zeus de las tierras fenicias, tras haberse transformado en toro, y se la llevó hasta este lugar. Más tarde, Heinrich Schliemann, un admirador alemán de ese dios, llegó aquí con una pala en la mano y con la Ilíada de Homero como almohada, y después de haber echado luz a las tumbas reales de la Micenas de mucho oro, abrió el camino troyano para ofrecer a su esposa griega las joyas de Helena la Bella, quien (como otra "Europa") fue secuestrada por París. Solo que se le quedaron olvidadas (¿?) en sus bolsillos aquellas joyas históricas, y hoy se exponen en el Museo de Pérgamo, en Berlín (Alemania)...

Más adelante nos está esperando la "trilogía neoclásica" de los edificios universitarios: otro obsequio del rey Otón I de Baviera a los helenos; su primer regalo a nuestro pueblo, que ha sufrido maltratos milenarios, era la primera Constitución de 1848. Está dedicada, esta Universidad, a Juan Capodistria -el primer gobernador de Grecia. El zar Alejandro de Rusia había nombrado a Capodistria como su enviado plenipotenciario en Suiza. Desde esa posición, aquel importante griego escribió la Constitución suiza y contribuyó con proyectos personales al sistema estatal suizo que preveía Estados autónomos (cantones) como miembros de la Federación Suiza. En particular, envió un memorándum al Presidente de la Dieta (parlamento) con los elementos esenciales que la Constitución debería contener. De hecho, en su mayor parte, fue cumplido el memorándum. La participación de Ginebra en este nuevo Estado fue claramente su propia iniciativa. Es decir, se hizo cargo y construyó un nuevo sistema estatal federal que unió con éxito a los diversos cantones. Siempre se le considera como el ciudadano honorario más importante de Suiza. Pero en Grecia fue asesinado por un adversario político...

Un viaje por el auge y la caída de la civilización helénica

Frente a nosotros, la de la Reina Sofía de España. Una lluvia de preguntas de parte de nuestro grupo:

-"Y el rey Constantino II -el hermano de la reina Sofía de Grecia-, ¿dónde vive?"

-"El ex-rey", contesto yo, "fue exiliado tras un referéndum organizado por la última dictadura de Grecia, durante la década de los ´70. Ahora, ya se le ha permitido regresar a Atenas, pero no acepta declarar como apellido el nombre de su casa Real: Glücksburg, y así no puede tener derechos políticos." "Y Sofía es la ex reina de España; nunca fue de Grecia. Simplemente, nació en el Palacio Real de Tatoi, cerca de Atenas, fue bautizada por el arzobispo de Atenas y primado de la Iglesia ortodoxa griega, pero eso no es suficiente; pertenece a la Casa de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, una rama de la dinastía danesa de Oldenburgo", sigo explicando. "Hoy en Grecia, los monárquicos se pueden contar con los dedos de una sola palma... Ya hemos aclarado esos asuntos de régimen."

El antiguo palacio -y actual parlamento- está ante nosotros, y estamos listos a asistir al cambio de la Guardia Nacional en la Plaza de la Constitución. Su traje tradicional tiene (entre otras piezas) una falda con 400 pliegues, uno por cada año que los otoman os ocuparon Grecia.

Terminamos esta primera noche ateniense caminando por el barrio histórico de Plaka. La Torre de los Vientos, era uno de los primeros planetarios de la Antigüedad clásica. Decía Pitágoras -el antiguo matemático y filósofo- que todo movimiento produce sonido; así que las órbitas de los planetas producen unos sonidos armónicos. Y se sabe que son armónicos, porque si no fueran así, no llegaría la primavera siempre en Marzo... Tiene, entonces, el universo su música estelar...

Más adelante, contemplaremos la Acrópolis ateniense, bellamente iluminada; su sombra nocturna son las ramas plateadas de los olivos. Hablaremos de su historia en otro momento.

DÍA 2: CRUCERO POR LAS ISLAS SARÓNICAS

Olores y sabores de recuerdos: el humo de la chimenea del barco en la ropa, y la empanada de trigo "tarhana" -como un sol dorado en la cubierta del barco. Islas-gaviotas sobre el mar Egeo, y nosotros las alimentamos con nuestra alegría. El primer puerto es el de la pintoresca Hidra, un ambiente heroico de la revolución griega por la independencia en el año 1821, con arquitectura popular de los siglos pasados. Nuestra siguiente visita será a Poros, isla de belleza natural, y con playas de arena. Terminaremos el día con una visita a Egina, famosa por el templo de Afaya, por el monasterio del santo que... suenan sus huesos, y por sus pistachos, cuya variedad local tiene denominación de origen. Regresando a Atenas, (será por el brillo del mar, o por la sensación de... insolación), siento esa luz primordial con todas mis sensaciones, y me empeño en recitar a mi grupo unos versos de la poesía moderna de Grecia, titulados: "Estudio de simetría sin verbos":

Luz de la estatua desconocida,
Un viaje por el auge y la caída de la civilización helénica
Sombra del grifo heráldico,
Un viaje por el auge y la caída de la civilización helénica
Claroscuro del icono cretense,
claroscuro de la columnata y de la barca paralela a la gaviota;
claroscuro de la barandilla neoclásica en la pérgola mediterránea,
y claroscuro del olivar, de la mezquita
y de la escalera,
de la roca, de la colada blanca, claroscuro;
matices, temperaturas, sentidos táctiles... sombra de la tapia y de la nube con olor a memorias;
sombra del farol neoclásico en la esquina mediterránea,
y sombra del ciprés, de la capilla
de la roca, de la colada blanca, sombra;
frescor degradado... luz de la mampostería y del mar brillante;
luz de la fuente neoclásica en el jardín mediterráneo,
y luz del pino, del templo
y del empedrado,
de la roca, de la colada blanca, luz;
Un viaje por el auge y la caída de la civilización helénica
ninguna parecida a las otras...

DÍA 3: ATENAS

En el autobús, de nuevo: hoy vamos a conocer la cuna de la filosofía de Sócrates y de la democracia de Pericles: la famosa Acrópolis, símbolo de la Antigüedad clásica, con los milenarios templos del Partenón ateniense, el Erecteion dedicado al dios marino Poseidón, y el de Atenea Niké (Victoria) Sin Alas, junto a la entrada monumental de los Propileos y al lado del Odeón de Herodes Ático. De esa Atenea Niké-Victoria proviene la marca registrada de las famosas zapatillas deportivas.

Es de sobra conocida la leyenda que revela el nombre de Atenas: un día soleado de la remota Antigüedad, Atenea -la diosa de la sabiduría y de la guerra (pues, no sé cómo hacía ella para combinar esas dos cosas, pero de alguna manera lo lograba), subió a la roca de la Acrópolis -cuyo nombre significa: "el punto más alto de la ciudad"- y se encontró ahí con Poseidón -el dios de los mares (cuyo color intenso y brillante tiene también el cielo del Ática), y discutieron sobre la protección de ese lugar, que todavía no tenía nombre. Atenea tocó con su lanza la tierra e inmediatamente brotó un olivo; cuando Poseidón hizo lo mismo con su tridente, surgió un caballo blanco y una ola marina. Los habitantes prefirieron sobrevivir cultivando los olivares del Ática, y así nominaron a Atenea patrona de la capital griega que desde entonces llevaría su nombre en plural: Atenas. Plural, por los municipios que constituían esa Ciudad-Estado, (y quizás por la pluralidad de sus elementos culturales...)

Delante de las Cariátides, impregnadas por esa luz del Ática, digo a mi grupo:

-"¡Ojalá estuviese ahora aquí Joaquín Sorolla y Bastida -aquel pintor del luminismo valenciano- para que convirtiera con sus pinceladas esos matices tan mediterráneos en pinturas diacrónicas, como la titulada "hora del baño"!"

Entonces, una señora, de mi grupo, entusiasmada me dice:

-"Sabe, usted, ¡yo soy la subdirectora del Museo de Sorolla! Le agradezco que usted conoce los rincones de la cultura española y los compara con los de la mentalidad helénica!"

-"Son adyacentes esas dos culturas", le contesto, " los iberos (y los griegos) albergamos en nuestro seno una tea de discordia, presta a encenderse al primer soplo. Somos así... ¡qué se le va a hacer! Este nuestro extraño mal debe de producirlo la combinación de nuestros aires, nuestras aguas, nuestra flora... o tal vez lo que comemos, pues de resultas salimos unos sujetos jaraneros, fardones, orgullosos, valientes, rebeldes, pendencieros, charlatanes, gesticulantes, generosos, chapuceros, remisos y envidiosos", como dice mi buena amiga cordobesa armen Panadero Delgado en uno de sus libros.

Encuentros que me dan aliento para seguir adelante con mi amor por esas cosas... Seguramente tendrá duende todo eso...

Al terminar las explicaciones de nuestra guía, pregunto a los miembros de mi grupo si tienen alguna pregunta, antes de salir del recinto sagrado. Un señor, de pinta algo campesina, me dice:

-"¿No hay por acá algún chiringuito pa´ tomar una (s)erve(s)a con pejcaíto?"

(Risas disimuladas por entre el grupo...)

-"¿E(j) u(s)ted andalu(z)?", le pregunto yo.

-"No", me dice, "vivo en Mallorca."

-"Ningún mallorquín diría pejcaíto", le contesto yo, y el grupo meándose de risa...

Nuestra siguiente visita fue al importantísimo Museo de la Acrópolis. Y después, una gira panorámica por el Estadio Olímpico (Panatenaico) y su Villa Olímpica llamada Záppeion-, la Plaza de la Constitución y el Jardín Nacional, el Parlamento y el Monumento al Soldado Desconocido, la Academia Nacional de Letras y Artes, la Universidad y la Biblioteca.

Nuestra tarde libre la aprovechamos para una visita al Cabo de Sunión, situado en un lugar privilegiado entre el cielo y el mar del Ática, donde admiramos el templo de Poseidón y yo les conté el mito del Minotauro -el monstruo cretense que tenía cabeza de toro y cuerpo humano. A él se deben las corridas de toros en España:

"Era, aquel monstruo, el fruto de unos gustos sexuales perversos que obsesionaban a Pasífae, la esposa del rey Minos -cuyo nombre significa "luz de luna". Lo encerraron en un laberinto subterráneo, y él exigía que cada año le llevaran siete hombres jóvenes y fuertes, y otras siete mujeres bonitas de Atenas, para que se las devorase. Eso simbolizaba el tributo que pagaba Atenas a Creta en aquellas épocas remotas. Hasta que un día llegó a Creta el héroe Teseo, y con la ayuda de la bella princesa Ariadna -la hija de Minos-, mató a Minotauro, encontró la salida del laberinto usando un ovillo de hilo que ella le había dado, y se la llevó como futura esposa y reina de Atenas. Pero la abandonó en una isla y se hizo de otra mujer. Los dioses le castigaron, y se le olvidó cambiar la vela negra de su barco. Eso resultó en el suicidio de su padre, quien -pensando que su hijo estaba muerto- se tiró desde las rocas, dándole su nombre a nuestro mar: Egeo. Era aquel reino pacífico; tenían profundos conocimientos de navegación y llegaron hasta las islas Baleares, adonde llevaron consigo el culto al toro, dice el arqueólogo Arthur Evans. Solo que en sus ritos no mataban a los toros; simplemente jugaban con ellos, simbolizando así la lucha del ser humano en paralelo con la Naturaleza."

DÍA 4: ATENAS-CORINTO-EPIDAURO-MICENAS-OLIMPIA

Salida hacia el espectacular Canal de Corinto, hoy, en la ciudad del Apóstol Pablo, donde admiraremos esa importante obra de la ingeniería del siglo XIX, que separa el Peloponeso del resto de Grecia.

Después veremos el antiguo teatro de Epidauro, uno de los lugares más fascinantes de Grecia -donde se combinaba la terapia psicológica con el arte - y donde cada verano se celebra el festival teatral más importante del mundo, con obras de Eurípides, Sófocles, Esquilo y Aristófanes. Interesante el colposcopio y los minúsculos recipientes con substancias para la anestesia, que se exponen en la vitrina de la primera sala del pequeño pero importante museo. Se dice que pertenecían a Asclepio y datan del siglo IX a,n.e.

Visita a la Micenas homérica, "la de mucho oro", donde fue decidida la guerra de Troya. Contemplamos la monumental Puerta de los Leones, las murallas ciclópeas y la misteriosa tumba real de Agamemnón o " Tesoro de Atreo ". Dicen que Homero -el poeta épico-lírico de la Ilíada- (que quizás no fuera una sola persona, sino un conjunto de trovadores del período arcaico, entre los siglos IX y VI a.n.e.), se había inspirado en los engranajes de las grúas durante la construcción de esas murallas, para crear en su fantasía a los cíclopes -aquellos monstruos de un solo ojo en el centro de su frente.

Salida hacia Olimpia, sede de los primeros Juegos Olímpicos. Y terminamos comiendo los tradicionales platos griegos, turcos e italianos de la región, en un restaurante típico. Algunos turistas ingenuos creen que el musaka es un plato griego; pero los viajeros bien preparados conocen muy bien que eso es un plato oriental que contiene berenjenas -una palabra que según la Real Academia proviene del árabe " baḏinǧána" y su versión llamada " imam bayildi " fue creada según una leyenda griega de Estambul. (Véase enlace.)

DÍA 5: OLIMPIA-DELFOS

Ya estamos en la mitad de nuestro recorrido, y las sensaciones están revueltas entre la plenitud que ofrecen los tesoros que hasta ahora hemos visto, y la angustia de que nunca llegue el final de este viaje soñado...

El quinto día conocimos uno de los lugares más emblemáticos del país heleno, Olimpia, sitio de celebración de los primeros Juegos Olímpicos, desde el período arcaico. Visitamos el templo de Zeus y el Estadio, con su pista de 192 m., y terminamos en el Museo Arqueológico. A continuación nos encaminamos hacia Patras, la tercera ciudad más grande de Grecia, conocida por su vino tinto dulce y seco, de tipo "O Porto".

"Mavrodafni" se llama ese vino; "Dafni" -que significa "laurel"- era el nombre de aquella mujer guapa a quien tanto amó Gustav Klaus, el viajero alemán que -tras haber logrado su defensa en contra de las pandillas que acechaban por aquellas tierras a finales del s. XIX- fundó su viñedo; y cuando tuvo en mano su primera botella de vino tinto, casi negro como el rico cabello de ella, y dulce como su sonrisa mediterránea, ella murió y él le dio su nombre a ese vino. El color casi negro, los ricos aromas de ciruela seca y pasa negra, el alto grado de alcohol y la acidez moderada que caracterizan a los vinos de esta variedad, encajan en un perfil clásico de vino dulce. Pero luego viene la amargura particularmente picante que le da una dimensión compleja al acabado.

Después pasaremos por el majestuoso puente moderno de Río-Antirio, parecido al de Cádiz, y por el histórico Lepanto -donde se hizo la famosa batalla naval, en la que había participado Miguel de Cervantes aquel 7 de octubre de 1571, cuando perdió la movilidad de su mano izquierda, lo que le valió el sobrenombre de "manco de Lepanto". Se enfrentaron en ella la armada del Imperio otomano contra la de una coalición católica, llamada Liga Santa, formada por el Imperio español, los Estados Pontificios, la República de Venecia, la Orden de Malta, la República de Génova y el Ducado de Saboya. El escritor español, que estaba muy orgulloso de haber combatido allí, la calificó como " la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros ".​ También introdujo la historia en el , a través de la narración del cautivo, que no deja de ser la típica obra de literatura de frontera.

Próxima parada: en las Termópilas, el heroico campo de batalla de los 300 del espartano Leónidas. Llegada a Delfos.

Les recomendé a los viajeros de mi grupo una interesante noche por las callejuelas y las tiendas del pueblo tradicional de Arájova, cercano a la estación de esquí más famosa de Grecia.

-"A mí me recuerda los pueblos de Extremadura ", les digo, mientras estamos tomando un orujo en un local tradicional con chimeneas. -"Paredes de piedra y balcones de madera. Solo que aquí no colgamos los pimentones por fuera para secarlos al sol..."

DÍA 6: DELFOS-METÉORA

Visita al santuario de Delfos, donde la Pitonisa revelaba los oráculos de Apolo.

"Pitonisa" no era un nombre de mujer, sino el oficio religioso de una adivina al servicio de Apolo -el dios de la luz y de la música. Sentada en un trono trípode, masticaba hojas de laurel, respirando a la vez unos vapores de metano que emanaba la tierra local por su actividad sísmica. Los antiguos helenos creían que se trataba del odor que expedía el cuerpo de un pitón en desintegración, que había matado Apolo para fundar en este lugar sagrado su oráculo, según los indicios de las dos águilas de Zeus que habían tirado aquí una piedra mágica. El substantivo "pitón" proviene del verbo "πύθομαι" (= pythomai / pronúnciase: pízome), que significa "podrirse". Y la Pitonisa -la que respiraba vapor de putrefacción- sacaba unos sonidos incomprensibles, de los cuales se aprovechaban los sacerdotes, interpretándolos como les convenía: daban consejos políticos a los representantes de las Ciudades-Estado, y lo mismo hacían con la gente del estamento bajo. Un buen ejemplo de ese engaño religioso era el caso de una mujer que fue al santuario para preguntar si iba a tener niño o niña. En griego antiguo, la palabra "u" ( Οὐ) tiene doble sentido: "no" y "o". La respuesta que le dio la Pitonisa a la mujer embarazada, era: -"Tendrás un niño, "u" (= o / no) una niña"...

En el Museo de Delfos hay una inscripción sobre mármol, con las notas musicales de la pieza más antigua de la Grecia clásica: el himno délfico a Apolo.

En este mismo museo admiramos también la estatua del Auriga, hecha con el antiquísimo método de la cera perdida.

Salida hacia Kalambaka, donde contemplamos unas vistas únicas sobre las rocas sagradas de Meteora, en Tesalia. Muy bello nuestro hotel:

DÍA 7: MONASTERIOS DE METEORA-VERGINA-(TE)SALÓNICA

En el año 146 a.n.e., los romanos conquistan el territorio helénico (pero -como se comenta- Grecia conquistó Roma con su espíritu). Más tarde, en el 330 d.C., las luces de la civilización helénica se apagarán definitivamente, y comenzará una larga Edad Media, que nunca llegaría a ver la lumbre del espíritu renacentista. El período milenario del Imperio bizantino fue decisivo para la trágica destrucción de los bienes logrados por el mundo helénico del Siglo de Oro (V a.n.e.): El sistema electoral de la Democracia ateniense fue abolido, los Juegos Olímpicos que se organizaban cada cuatro años para lograr la paz entre las Ciudades-Estado fueron eliminados y (suena cómico, pero es realmente trágico), las estatuas clásicas fueron vestidas... El cuerpo desnudo que para los helenos clásicos era la expresión de la perfección de la Naturaleza, era considerado por los cristianos como un pecado capital. Eso revela la Historia "atrevida", que poco a poco va ganando espacio en la hasta ahora nacionalista educación griega...

A pesar de todo eso, Bizancio nos ha dejado una excelente herencia arquitectónica: Hoy vamos a visitar dos impresionantes monasterios medievales sobre unas rocas formadas de minerales conglomerados en el período prehistórico. El valle rocoso de Meteora -Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO- resulta un espectáculo único para la vista, un recuerdo inolvidable por el paisaje de construcciones suspendidas en el aire -como las casas colgantes de Cuenca, en España-, donde los monjes escalaban peligrando su vida para buscar ermitas entre los 24 monasterios bizantinos.

A continuación, pasando por el impresionante Monte Olimpo -trono de los 12 dioses-, entramos en otro mundo: el de Alejandro Magno de Macedonia, para rendir homenaje a la tumba de su padre, Filipo, en Vergina. La atmósfera del museo local es de ensueño...

Terminamos el día en la ciudad amorosa de Tesalónica. En nuestro tiempo libre, pudimos disfrutar de un pequeño crucero nocturno opcional, para apreciar las vistas, tomándonos un orujo y escuchando música.

DÍA 8: (TE)SALÓNICA

Últimas impresiones de Grecia, hoy, y gira panorámica por Tesalónica o "Salónica" -la capital cultural de Grecia. Entre sus monumentos, destacamos la Rotonda romana, la catedral paleocristiana de santo Demetrio con su cripta, el castillo bizantino, los baños y las mezquitas otomanas, la Plaza de Aristóteles con su bella arquitectura del siglo XX, y la explanada costanera, con su Torre Blanca -símbolo de la ciudad- que nos recordó la Torre del Oro de Sevilla ...

Un viaje por el auge y la caída de la civilización helénica
Fue aquí, donde a comienzos del siglo XX -una época de persecuciones y conquistas, exilios, sangre y lágrimas-, un niño turco, que el destino le había prescrito llegar a ser el líder Mustafá Kemal Atatürk de los turcos, se despediría con morriña de la ciudad de su corazón, Selânik, para terminar incendiando en 1922 otra ciudad -la de corazón griego: Esmirna, en Asia Menor.

Un caleidoscopio histórico y cultural, que nos ofrece la gente local, tan sentimental de Salónica, esta ciudad-monumento de la cultura helénica.

-"El Oriente en llamas. La historia de Grecia durante el siglo XX, que sigue la trayectoria del conflicto entre este país y Turquía, narrada mediante los verdaderos acontecimientos de mi familia", les cuento a los miembros de mi grupo. -"Intrigas políticas y versos de canciones, magia y culinaria, recuerdos infantiles, culturas, santos y reyes de baraja, poetas y pintores únicos, eso y mucho más, crea un ambiente exótico, oriental, de luces y sombras contrastadas, de aventuras, amores y desamores y otras cosas indecibles de la vida. Pero, por encima del tumulto revolotea el canto "rembético" -un cante jondo, diríamos- de los barrios populares de Estambul -la bizantina y la otomana- y de Salónica -la helénica y la eslava-, de Esmirna, la grecoturca, y de Ténedos, la dolorida... Y entre los mares, estelas de destierro: la pobreza y los campos de refugiados. Los caminos musicales pasan por dos siglos y dos guerras mundiales, y se amasan con los movimientos sociales. Sollozan por la injusticia y la desdicha.

Expulsiones por aquí, persecuciones por allá, violencia, prostitución y drogas: el hachís humea por entre las burbujas del narguilé y las cantantes-putas ofrecen sus caricias maternales a sus amantes de una noche... 1920: El Rey Alejandro I de Grecia (no el Magno) muere mordido por un mono. ¡Macedonia ya está libre! Con el asesinato "romántico" del Archiduque Francisco Fernando en Sarajevo y tras el final de la "belle époque", comienzan las andanzas del destierro... Un miembro de mi familia seguirá la ruta de Lawrence de Arabia. Del genocidio de los armenios se salvará M. Ninu -la cantante que sangra. Más temprano -durante las guerras balcánicas- un bisabuelo mío -que aparece en la bibliografía histórica oficial de Grecia como "el primer anarquista del país", tras haber estudiado en Palestina- había perdido su cabeza en un esfuerzo para mantener independiente la Hegemonía de Samos. En 1922, Kemal Atatürk -el Padre de la Nación Turca- incendia Esmirna, la ciudad cultural de la Helenidad en Asia Menor. A Déspina -mi abuela- se la lleva el mar desde Ténedos hasta Alejandría -la ciudad legendaria de Egipto y de las tentaciones homosexuales del poeta C. Cavafis. Es la época de la subida del fascismo en Europa, y Kazantzakis -el escritor y filósofo griego- se entrevista con el dictador italiano Benito Mussolini. La crisis económica y la Segunda Guerra Mundial arrasan el país y el mundo entero. Miles de griegos emigran a EE.UU., para lavar platos y hacer fortunas. Otros, como Markela -mi madre-, salieron volando a Tanzania, después de la guerra civil griega. Un año más tarde, se acabará la guerra de Corea. El golpe de Estado de 1974, ha producido otra patria dolorida: Chipre... Dánae Eréndira -mi hija- y yo iremos a Costa Rica, para comenzar allí, -entre 1988 y 2010- un nuevo ciclo de vidas y ensueños errantes..."

De mediodía en el aeropuerto "Macedonia" de Tesalónica, esperando -con muchos abrazos para nuestra querida gente de España- que el chárter a Madrid despegue. Esos 8 días han sido esenciales para que la despedida no fuera fácil...

[i] Poema de Ilías Tampourakis Malamatinas, publicado en su libro titulado: "Grecia, la crónica de un ensueño errante"


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