Iba a calificar de inmoral, a la par de aberrante, delictivo y de una hijoputez suprema la actuación de la directora de una guardería sevillana, que racionaba la comida a los niños y niñas apuntados al comedor de forma que con nueve o diez raciones comían 31.
Y digo que iba porque luego me he dicho… coño!! pero si lo que está haciendo a pequeña escala es lo que están haciendo “los mercados” aka Capitalismo con todos nosotros. Lo que está haciendo la buena señora no es otra cosa que especular con el alimento de los niños y niñas, a la par de enseñarles que el futuro que tienen no es que sea pardo, sino que viene negro, negro.
Lo dicho.
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