Imagínate que vas a embarcar en el aeropuerto y te encuentras con una pantalla interactiva en la que, a cambio de chequear tu vuelo, puedes pedirle a Papa Noel el regalo que te gustaría recibir en Navidad. En ese momento puedes pensar que se trata de una acción chorra para entretener a los pasajeros hasta la hora de la salida de su vuelo, pero la sorpresa te la llevas al llegar a tu destino.
Después de unas horas de viaje, te bajas del avión, te diriges a recoger tu maleta y, de repente, ¡empieza la fiesta! Todos los regalos que cada pasajero había pedido aparecen por la cinta transportadora sorprendiendo a todos los usuarios. Una campaña cojonuda de Westjet para que uno se enamore de su marca. Eso sí, a un precio de locos, pero es igual, ¡que es Navidad!