Pongamos mucha atención a las palabras de una mujer a su suegra:
Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.
Rut 1:16
La palabra de Dios y su amor infinito nos enseña una y otra vez del amor eterno hacia nosotros sus hijos. También nos enseña de como están entrelazadas nuestras vidas con el prójimo y aveces con nuestros mismos enemigos.
Podemos utilizar y aprender el ejemplo de Noemí y Rut. Dos mujeres de culturas muy diferentes, de antepasados con diferentes creencias y culturas y de edades de muchos años de diferencia. Rut era del la tribu de los moabitas mientras que Noemí pertenecia al pueblo de Israel y nos dice Las Sagradas Escrituras en el libro de Deuteronomio capítulo 23:3-6 que los moabitas no podían entrar en la congregación de Jehova por sucesos que habían ya pasado cuando el pueblo de Israel comenzo a fornicar con las hijas de Moab y éstas los invitaban a los sacrificios de sus dioses y el pueblo comía y se inclinaban a sus dioses como nos dice el libro de Números en el capítulo 25:1-3. Vemos como Dios proteje a su rebaño desde el principio de los tiempos y tambien podemos ver cuan diferentes eran estas culturas.
Como resultado del castigo por el pecado, Dios castiga a su pueblo y dice en el primer capítulo del libro de Rut que en los días que gobernaban los jueces hubo hambre en la tierra, Rut 1:1. Debido al castigo de Dios, a través del hambre, un hombre del pueblo de Israel que vivia en Belren, fue a vivir en territorios enemigos en busca de comida.
Para aprender de estas historias y como ir aprendiendo mas de lo bueno y justo que es Dios, debemos leer el Antiguo Testamento y estudiar estas joyas de la Santa Palabra de Dios. Dios es el mismo ahora y siempre. Amen!
Y es allí donde comienza una de las más bellas historias de fe y fidelidad que jamars se ah escrito. Noemí, su esposo Elimelec y sus dos hios entraron y se situaron en Moab. Elimelec muere dejando viuda a Noemi y sus dos hijos se casan con dos mujeres moabitas Rut Y Orfa. Después de 10 años mueren los dos hijos de Noemi. Tres viudas desamparadas. Se imaginan esta escena? Tres pobres viudas y Dios
guiando sus vidas!
Noemí decide regresar a su pueblo de Belén de Juda ya que habia oido que Dios habia visitado su pueblo para darles pan. Será por eso que en Juan 6:35 nos dice Jesus: Yo soy el pan de vida; el que a Mi viene no tendra hambre y el que en mi cree no tendra sed jamas.
En el transcurso de esta decisión de regresar a Belén es que esta historia toma un curso muy interesante. Es mi mejor deseo que ustedes mismos sean testigos de esta hermosa historia de amor, de fe y de fidelidad. Una de sus nueras Orfa, decide no regresar con su suegra y seguir el camino de su pueblo y sus dioses falsos mientras la otra descubre la felicidad que Dios promete desde siempre a sus fieles seguidores.
¿Esta tu corazón dispuesto a seguir este hermoso camino de riquezas eternas? Si es así, entonces te invito a leer este hermoso libro en el cual Dios nos da otro ejemplo más de su amor para nosotros sus hijos. Por si no lo sabes en el plan de Dios estaba escrito que esta mujer moabita noble de corazon sería la bisabuela de el grande Rey David y antecesora de Jesus! Dios es amor!