Esta vivienda tiene un origen curioso. Es un cottage construido en 1915 en la zona de Sellwood, Portland, que había servido de iglesia evangélica y de biblioteca municipal y acabado en mal estado. Después de vivir 23 años en la ciudad de Nueva York, la pareja que la adquirió le dio otra oportunidad. Hicieron una reforma integral que incluyó añadir cocina y dormitorios, cambiar el tejado, restaurar los suelos... Era un espacio con posibilidades, y el resultado es sin duda espectacular. La tradición maderera de Oregon se nota en cada estancia y el espíritu de este cottage de principios del siglo XX sigue más que vivo, ¿no os parece?
{fotos vía The New York Times}
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